Cádiz CF
Garrido, del barro al oro de amarillo
El vasco se felicita de estar viviendo lo que disfruta en el día a día como capitán del Cádiz CF
Jon Ander Garrido, mediocentro cadista, ha analizado este comienzo de semana para los medios oficiales del Cádiz Club de Fútbol lo que está siendo la irrupción del Cádiz CF en LaLiga Santander 20/21. Garrido, uno de los capitanes del equipo amarillo, repasó también su evolución personal en el club amarillo desde que llegara en enero de 2014 dentro de un paquete de jugadores que supuso el primer lote de fichajes de Locos por el Balón, que llegaron para intentar dar el primer asalto a Segunda División sin conseguirlo después de caer eliminado en la primera ronda de un 'play off' de ascenso que quedó emparejado con el L¡Hospitalet, que empató sin goles en Carranza y venció en la vuelta 2-1 en los minutos finales y tras adelantarse el Cádiz CF con un gol de Juan Villar.
Aquella temporada la comenzó en el banquillo Raúl Agné, que fue al primero de los entrenadores que convenció el vasco. Después llegaría Antonio Calderón y Claudio Barragán, con el que no acabó del todo contento ya que fue con dicho entrenador con el que se fue cedido a Ferrol junto a Kike Márquez.
Este año no ha comenzado muy bien para él, ya que la temporada la tuvo que comenzar reponiéndose de una lesión en la rodilla que ya le impidió estar en la pasada desescalada. Poco a poco, Garrido está contando con minutos y ve la luz al final del túnel tal y como indica. «Ahora mismo estoy disfrutando de esto, de lo que trabajamos. He estado siete meses pasando un mal momento , trabajando mucho en el gimnasio, sin poder hacer campo y ha sido duro. Estoy disfrutando ahora de mis compañeros, del cuerpo técnico y de los campos a los que vamos», dice un jugador que tuvo que pasar el confinamiento lesionado y sin poder recuperarse satisfactoriamente.
Aún no ha sido titular en Primera aunque guarda con orgullo su debut en Primera, que lo hizo en San Mamés, estadio al que iba de pequeño como un aficionado más. «Es un sueño. Además, yo soy del Athletic. Para mí, debutar con el Cádiz era ya algo grande, así que debutar en San Mamés lo hace el doble de grande".
El salto de categoría, parece mentira, no lo está notando mucho Garrido. Al menos, en un primer momento. «No hemos notado mucho el cambio porque al no haber gente parece que está todo muy soso. No se le coge el puntillo todavía. No se disfruta tanto como cuando la gente va al campo, como los cuatro años de Segunda. La gente en el campo te anima, se pasan buenos y malos momentos, pero siempre arropados. Yo diría que está siendo un poco raro".
Lleva el brazalete de capitán porque es uno de los jugadores más veteranos dentro del vestuario. Y no es para menos ya que con el Cádiz CF ya sabe lo que es visitar campos de mala muerte a hacerlo en la Catedral. Como no es para menos se siente demasiado satisfecho de todo lo que ha vivido de amarillo. «Estoy orgulloso de haber participado en este auge del Cádiz. Siempre es bonito por la gente que lo vive mucho día a día y sufre todos los fines de semana. Es bonito que esa gente tiene ahora a su Cádiz en Primera y he sido partícipe de eso».
🗣️ Garrido: "En este vestuario hay gente humilde y trabajadora" https://t.co/qNmt1U0HuR pic.twitter.com/btzcraPKfB
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) November 16, 2020
Y si su debut en Primera con el Cádiz CF ha sido inolvidable, no menos lo fue en Carranza. Fue una fria mañana de enero de 2014 y acababa de llegar del Barakaldo. El Cádiz CF se enfrentaba al Écija y el resultado final fue de empate a cero tras un partido que Garrido lo jugó íntegro. «Recuerdo los murmullos que había en Carranza. Estaba el club en un momento delicado cuando yo llegué. Es bonito también porque al final de todo aprendes», dice de aquel encuentro en el que Raúl Agné le depositó su confianza más absoluta.
De entonces a ahora ha llovido mucho y ha cambiado a más. De entonces en Segunda B, el Cádiz CF disfruta ahora de las mieles del éxito. «El equipo está haciendo lo que tiene que hacer, lo que llevamos haciendo cinco años lo está haciendo a la perfección y se está viendo que está sacando muchos puntos. El equipo está perfecto».
Su voz resuena más que las de otros compañeros dado que ya son muchos años en la entidad. Para Garrido, la buena armonía que hay en el equipo es clave para los éxitos en el campo. Por eso mismo, dice que su trabajo como uno de los capitanes apenas le da dolores de cabeza. «Poco hay que hacer porque es gente muy trabajadora, humilde y poco hay que hacer. Más que cuatro cosillas de temas de organización que ya no son ni deportivos, lo demás se lleva solo".
Como no puede ser de otro modo, tiene claro cuál es su deseo este año. «Claramente queremos la permanencia y que la gente disfrute el año que viene de LaLiga Santander en Carranza».
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