Atlético de Madrid - Cádiz CF
La pizarra del Atlético 4-0 Cádiz CF
Los errores cadistas echan por tierra el planteamiento y la idea de Álvaro Cervera ante un rival que no perdonda y que aprovecha el desconcierto amarillo para endosar una goleada dolorosa
El VÍDEO RESUMEN de la derrota del Cádiz en el Metropolitano

Los regalos rompen el planteamiento
Es casi imposible intentar sacar algo positivo ante un equipo 'tpo' de Europa si nada más empezar el partido regalas un gol y al poco tiempo después regalas otro. Imposible. No hay planteamiento posible para un equipo pequeño que pueda intentar igualar a un rival grande cuando ya vas 2-0 en el marcador casi sin abrir los ojos.
El Cádiz CF comenzó mal su partido en el Metropolitano. Un error grosero propició el primer tanto que echó por tierra el planteamiento de un equipo que debía dejar pasar el tiempo para encontrar sus oportunidades. El segundo ya puso en banda el partido para un rival que en la segunda parte levantó el pie y marcó dos goles más por la enorme calidad que tienen. Un parón en el camino del que Álvaro Cervera quiere sacar lecturas críticas con su equipo . Toda la razón.
1. El equipo se toca poco
Augusto por el lesionado José Mari era la única variante de un Álvaro Cervera que seguía con el mismo esquema de las últimas semanas. Por qué tocar algo cuando va bien, y eso pensó el entrenador que siguió confiando en el 4-4-2 que tantos buenos resultados le estaba dando.
El partido arrancó con un Atlético muy dominador y que rondaba el área de Conan. Guión previsto pero quizás con algo más de facilidad en el conjunto gaditano. Un balón a ningún parte acababa en gol tras el fallo de Conan y Fali, y el segundo tanto venía por otro error en cada cadista. Con un 2-0 en el marcador y ante un rival de la enjundia del Atlético, la misión era casi imposible.
2. Cambiar el sistema para buscar algo
Con toda la segunda parte, Cervera cambiaba el sistema para intentar buscar altenativas e intentar poner en aprietos al equipo de Simeone. El técnico quitaba a los dos laterales y dejaba dos extremos que hacían las veces de carrileros, Jairo y Salvi. Ello junto a la entrada de Alcalá, dejaba un 3-5-2 con Álex en el centro junto a Augusto y Jonsson.
El entrenador trataba de tener más profundidad y abandonar la forma de juego habital en búsqueda de algo que finalmente no encontró. El Atlético seguía a lo suyo y el objetivo de marcar se antojaba bastante complicado con el paso de los minutos.
3. Revolución final sin recompensa
Sin que el partido cambiara de guión, el Cádiz tenía sus llegadas al área de Oblak pero eran más por la relajación del equipo colchonero que por otra cosa. Cervera, nada contento con los suyos, metía más cambios para intentar encontrar esa revolución que le diera algo.
Pera y Pombo, dos jugadores de calidad pero que ofrecieron poco en el partido, entraban por Lozano y Augusto. El Cádiz jugaba con un 5-4-1, con Negredo solo en punta, Perea y Pombo en las bandas y Salvi y Jairo corriendo por los laterales en ataque y en defensa, sobre todo el canario, más fresco que el sanluqueño.
Garrido era el último cambio por Jonsson pero el partido estaba más que sentenciado casi desde el descanso. Los goles llegaron en el bando local y el Cádiz se iba del Metropolitano con la mala sensación de no haber competido como en otros partidos. Regalar goles ante un equipo de un nivel tan grande es casi imperdonable. Hay maneras de perder, lógicas ante el Atlético, pero otra cosa es hacerlo poniendo los regalos debajo del árbol. Toca aprender y no desviarse del camino.
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