Cádiz CF
Los defenestrados piden la palabra
Jugadores salidos del ostracismo ante el Granada toman voz propia y consiguen convencer a la afición y quien sabe si al entrenador
Sorprendió el once de Cervera ante el Granada después del tropiezo en Elche. Cinco fueron los cambios que introdujo en el once y los cinco dieron la cara. Especialmente aquellos que llevaban prácticamente toda la temporada en el ostracismo.
El que más expuso sobre el terreno de juego fue Iván Alejo . Un jugador que hizo todo lo posible en el pasado mercado veraniego por aligerar la plantilla y la economía del Cádiz CF y así poder marcharse a su club de la infancia, el Valladolid, y que al final vio como ni el equipo pucelano ni el gaditano daban la cara por él. Los unos se decidieron por otro jugador y los otros le recriminaron que quisiera marcharse. Incomprendido por completo, a Alejo le esperaba el castigo de pasar a ser una carga en el vestuario cuando el pasado curso tuvo una actuación más que satisfactoria siendo el suplente habitual de Salvi.
Pues bien, Alejo no ha dicho una palabra más alta que otra y cada vez que ha tenido la oportunidad de jugar, que han sido poquísimas, ha puesto toda la carne en el asador. Lo puso hace una semana y media en Murcia en el trámite ante el Villa de Fortuna y se ha salido de ponerla este pasado lunes en su reencuentro con Primera División. Al vallisoletano se le vio muy enchufado desde el primer minuto y dejó el campo en la segunda parte vacío por completo. Tanto es así que Carranza, que nunca ha estado mucho con él, le tributó una sonora ovación dado el esfuerzo realizado por un jugador recuperado para la causa.
Y si un defenestrado que ha vuelto es Alejo, no menos lo es su compañero Arzamendia, que hizo un partido de más a menos aunque con el gratificante premio del gol. Del golazo. Al paraguayo se le vio falto de ritmo, que no de ganas. El internacional guaraní salió de inicio como extremo de una banda en la que cuenta con el primordial servicio de Espino, que una vez más fue el mejor de los suyos.
Arzamendia tiene por delante más partidos para seguir demostrando lo que intuyó en los primeros 45 minutos. Tiene disparo tal y como ofreció en el gol que ponía por delante al Cádiz CF pero sin duda le queda por delante mucho trabajo de adaptación. No obstante, qué mejor que irse quedándose con la letra mientras se van marcando goles.
Otro que no estaba tan en el olvido pero que también había perdido su parte de protagonismo fue Tomy Alarcón, al que aún le queda seguir encontrando su sitio. Perdió algún que otro balón comprometido pero se desfondó en la presión.
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