Alegría ofensiva, disgustos defensivos

P.V.

04/02/2023
Actualizado a las 15:19h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

El Cádiz es un equipo que debe basar su éxito en su buen hacer defensivo. El primer tramo de la temporada indica que a los amarillos se le antojan costosas las tareas en ataque y, aunque la evolución en esta faceta está siendo positiva y el mercado de fichajes ha fortalecido extraordinariamente esta parcela, el cuadro de Sergio González no se puede olvidar que necesita ser un bloque cohesionado, trabajador y resolutivo en defensa.

Porque en ataque la mejoría está siendo notable en las últimas jornadas. Las piezas ofensivas comienzan a encajar dentro del planteamiento, y figuras como Thèo Bongonda o Brian Ocampo están progresando en su toma de decisiones en los últimos metros. El congoleño realizó un encuentro estratosférico ante el Mallorca, y en San Mamés completó buenos minutos, sobre todo durante la primera parte, periodo en el que el Cádiz fue capaz de generar peligro y protagonizar cierto dominio en el juego.

Bongonda gozó de algún disparo con maldad, y encaró y regateó provocando varias faltas. Por su parte, Brian también estuvo activo y fue el asistente en el tanto del empate. Gonzalo Escalante, autor del mismo, también sube las prestaciones en el frente ofensivo pues es un excelente llegador y provoca sorpresa desde la segunda línea, tal y como pasó ante el Athletic. El buen estado de forma de estos jugadores desemboca en que el equipo tiene menos dificultades para buscar portería contraria y es capaz de asentarse en bloque alto para tratar de lograr un tanto.

Todo esto, sumado a piezas que rodean el entramado como Álex Fernández , las incorporaciones del ‘Pacha’ Espino o las numerosas incorporaciones del mercado invernal en esta parcela provocan que Sergio González pueda permitirse una serie de alternativas con las que no contaba en el primer tramo de curso. La riqueza del sistema es ahora mayor, y como tal debe ser gestionada con mayor noción de lo que necesita el equipo en cada momento.

Porque una mejoría ofensiva no puede ser traducida en un debilitamiento defensivo. El Cádiz vive de ser fuerte y rocoso, y eso son características que un cuadro que lucha por la permanencia nunca puede perder. Ante el Athletic , en fase defensiva el equipo estuvo muy blando, se vio incapaz de frenar el juego interior vasco y sufrió a la hora de replegar al no finalizar jugadas en ataque.

Además, si te permites el lujo de cometer errores imperdonables, todo se pone cuesta arriba. La acción del segundo tanto es un cúmulo de malas decisiones que culmina con un intento de despeje – o de pase – de Momo Mbaye que puede vislumbrar como un equipo, cuando tiene confianza con el balón, puede excederse en ciertos momentos. Luis Hernández, que tampoco estuvo contundente, vio como Sancet remataba dentro del área para volver a adelantar a los de Valverde cuando mejor estaba el Cádiz en el partido.

En el tercer gol también existe una falta de concentración total. Iza Carcelén se olvida de marcar a Yeray, que es el que acaba anotando a placer, pero había varios futbolistas del Athletic totalmente solos. ‘Pacha’ sufrió a la hora de afrontar a Nico Williams y el centro del campo tampoco funcionó, ya que Fali no estuvo cómodo como pivote defensivo y no estuvo acertado ni en lo táctico ni con el balón en los pies. Esto fue generador de varios desajustes que aprovecharon jugadores como Sancet, Muniain o Berenguer.

En definitiva, Sergio González debe encontrar ahora el equilibrio entre las dos fases del juego, aprovechando el buen momento de sus figuras en ataque y del amplio abanico que le ofrece ese frente tras el mercado, pero sin debilitar a una zaga que debe ser el núcleo principal de una permanencia que será dura de lograr, pero que, con ciertos ajustes con respecto a lo visto en San Mamés, el Cádiz demuestra que puede conseguir porque tiene equipo y técnico para ello.

Ver comentarios (0)

Reportar un error