Kate Beckinsale regresa con el papel que le dio fama mundial. Tras un paréntesis de seis años, la actriz inglesa regresa a las pantallas con su traje de cuero negro, la característica gabardina 'estilo Matrix' y armada con dos pistolas para eliminar a todos los licántropos que aparezcan. Beckinsale vuelve con la cuarta entrega de 'Underworld', una cinta de 85 minutos de acción, enfrentamientos sin cuartel con humanos y hombres lobo y la aparición de una hija nacida en un laboratorio. Esta combinación, que se estrena hoy, se convirtió en la película más vista durante el pasado fin de semana en Estados Unidos.
Un primer puesto que demuestra que el público no se cansa de ver las batallas entre los chupasangres y sus acérrimos enemigos. «Fuimos los primeros en juntar en una película hombres lobo y vampiros. A mi marido (Len Wiseman, director de la primera entrega) ya se le ocurrió», recordó la actriz.
«En el cine actual, la saga representa la versión adulta de los vampiros. Ya tenemos a 'Crepúsculo' y otros para los más jóvenes, con triángulos amorosos. El público de 'Underworld' es diferente», explicó Beckinsale, que se encontró muy cómoda en su vuelta al papel de Selene después del paréntesis. Un tiempo que ha dedicado a rodar películas como 'Todos están bien' y a estar con su hija. «Te sorprendería los papeles que he rechazado», comentó.
Beckinsale cree que 'Underworld' tiene un futuro asegurado. Cuando comenzó, «no sabía ni dar una patada», y ahora no sabe hasta cuándo seguirá matando hombres lobo. «Estaría bien tener una heroína después de la menopausia», apuntó la actriz inglesa, que tiene 38 años. «Además no hay muchas heroínas en Hollywood», remachó.
