El Ibex se mantiene... con inestabilidad

Esta última jornada hábil del mes ha sido un fiel reflejo de lo que ha venido ocurriendo en las bolsas durante toda la semana y prácticamente en el primer mes del año. La volatilidad ha marcado las cuatro primeras semanas de 2014, y este viernes los movimientos intradiarios han sido extremos. Aunque finalmente, el Ibex-35 ha cerrado la sesión con unas pérdidas del 0,44%, al cerrar en los 9.920 puntos. Consecuencias prácticas: el selectivo cierra enero situándose prácticamente en el mismo nivel en el que finalizaba 2013 (apenas ha avanzado un 0,04%); y liquida la semana con un alza mínima del 0,52%. Con las dudas sobre las divisas de las economías emergentes aparentemente olvidadas, era momento de ajustar las carteras y prepararse para el resto del año. En enero, algunos inversores habrán conseguido importantes plusvalías (el Ibex-35 llegaba a situarse en los 10.525 puntos), aunque también más de uno se habrá chocado contra la realidad en estas últimas sesiones de minusvalías.

En el resto de plazas europeas, todas han acabado la sesión en negativo, después de que la apertura de Wall Street anticipara también una sesión en 'números rojos' en el mercado norteamericano. El CAC francés cedía un 0,34%, el DAX alemán un 0,71%, el Eurostoxx-50 un 0,44% y el FTSE londinense, un 0,43%.

En el mercado secundario de deuda, la prima de riesgo se mantiene rondando la cota de los 200 puntos básicos, a pesar de que el interés que se exigen los inversores por el bono español a 10 años ha vuelto a caer hasta el 3,66%. Sin embargo, más aún ha cedido el rendimiento del 'bund' alemán, que cotiza en el 1,66%.

El precio del barril de Brent cede, de nuevo, por debajo de los 107 dólares, mientras que el euro se despide, a la baja, de la referencia de los 1,35 dólares.

Los títulos de las entidades financieras volvieron a convertirse en protagonistas de la jornada. No sólo por los resultados anuales que algunos de ellos presentaban este viernes, sino, además, porque la Autoridad Bancaria Europea desvelaba que exigirá a los bancos que su nivel de capital no caiga por debajo del 5,55 de sus activos en los próximos test de estrés; y que sus posiciones en deuda pública (son los grandes tenedores de bonos soberanos) también se verán afectadas por las pruebas de resistencia. Algunas entidades han aprovechado la presentación de resultados para mejorar posiciones bursátiles, como en el caso de Caixabank (1,38%), cuyos beneficios han vuelto a superar los 500 millones de euros en 2013. Los títulos de Sabadell se han apuntado un 1,48% y los de BBVA un 0,21%. Sin embargo, han perdido posiciones bursátiles tanto Bankinter (-0,27%), como Santander (-0,31%) y Popular (-1,30%). Esta entidad ha recuperado la senda del beneficio con unas ganancias de 325 millones en 2013.

Además de los dos grandes bancos, también han perdido posiciones en la bolsa los títulos de otros “blue chips”, como Repsol (-1,33%), Telefónica (-0,69%) e Iberdrola (-0,07%).

De nada han servido los avances experimentados por Acciona, que ha ganado un 6,60% después de recibir una excelente recomendación de compra por parte de los analistas de Main First Bank; o Grifols, cuyos títulos se apuntaban un 1,14%. Las compañías que más terreno perdían eran las de Mapfre (-2,30%), Sacyr (-2,09%) y Amadeus.

En el Mercado Continuo, los principales avances llegaban de la mano de Codere (31,03%), Prisa (7,14%) y Corp. Alba (5,52%), frente a las caídas experimentadas por Urbas (-3,70%), Zardoya (-2,73%) y Montebalito (-2,41%).