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Último adiós a Manolo Escobar
Decenas de personas han acudido a la capilla ardiente instalada en el ayuntamiento de Benidorm para despedirse del artista, que ha fallecido a los 82 años
MADRID Actualizado: GuardarDecenas de personas han acudido a la capilla ardiente instalada en el ayuntamiento de Benidorm para dar el último adiós a Manolo Escobar, que ha fallecido este jueves a los 82 años después de una larga enfermedad. El féretro con los restos mortales del artista, a su llegada al consistorio, ha sido recibido entre aplausos y gritos de "Viva Manolo" por centenares de personas que en esos momentos hacían cola para entrar en la capilla ardiente, algunos desde una hora antes de su apertura al público.
Junto al féretro también ha llegado la familia del artista, entre los que se encontraban su mujer, Anita Marx, y su sobrino y representante, Gabriel García. Los familiares han sido recibidos por el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, y una buena parte de los miembros de la corporación municipal. Ya en el interior de la capilla ardiente, el ayuntamiento ha concedido al artista fallecido la Medalla de Oro de la ciudad, a la que ha estado vinculado durante cinco décadas, desde que adquiriera su primera vivienda en 1964.
Su sobrino y representante ha señalado que, con este gesto, Benidorm le ha otorgado a Manolo Escobar "lo que se merece", porque ha llevado a la ciudad "por bandera siempre". "Siempre comentaba que quería morir en su casa de Benidorm y hasta eso le ha concedido la vida", ha señalado. García ha indicado a los periodistas que Manolo Escobar "se ha ido sin sufrir" después de dos años y medio luchando contra un cáncer. En este tiempo "ha tenido momento buenos" y "también momentos malos, y ahora estaba en un momento malo", ha dicho. De hecho, el artista recibió el alta el martes pasado tras haber pasado ingresado varios días en un centro hospitalario de Benidorm. La familia era consciente de que "estábamos en la recta final" aunque su muerte les ha pillado un tanto por sorpresa. "No pensábamos que estábamos en una recta con esta pendiente".
El trago más duro lo está pasando su mujer. "Además de ser el amor de su vida, es la persona con la que ha compartido 54 años. Cuando llevas 54 años con una persona y se muere es como si te arrancaran medio cuerpo", ha declarado García. El sobrino del artista ha agradecido las numerosas muestras de cariño y el gesto de todos aquellos ciudadanos que se están acercando a la capilla ardiente a darle el último adiós al cantante. "Él siempre decía: 'estoy convencido que hay mejores artistas que yo y mejores cantantes que yo, pero en España no hay nadie más querido que yo'. Y yo también me lo creo", ha manifestado.
En su casa de Benidorm
Manolo Escobar fallecía en su casa de Benidorm tras haber permanecido ingresado desde comienzos de octubre en un clínica de la ciudad alicantina a causa de un ictus y una insuficiencia renal que habían agravado el cáncer de colon que padecía desde 2010. El 19 de octubre había cumplido 82 años.
Estrella de la copla y la canción española, Manolo Escobar firmó grandes éxitos como 'El Porompompero', 'Mi carro' o 'Y viva España', y también dejó su impronta en películas que contaron con gran predicamento entre el público como 'El padre Manolo' (Ramón Torrado, 1966), 'Relaciones casi públicas' (José Luis Sáenz de Heredia, 1968) o 'En un lugar de La Manga' (1970), entre otras.
A mediados del pasado mes de septiembre, el artista tomaba la decisión de suspender las actuaciones que tenía previstas para lo que quedaba de año a causa de una recaída en su enfermedad que le obligaba a intensificar el tratamiento de quimioterapia al que estaba sometido. Un signo de que la batalla que tan aguerridamente había librado contra el cáncer se estaba finalmente decantando en su contra.
Una voz inconfundible
Nacido en Las Norias de Daza (El Ejido, Almería) el 19 de octubre de 1931, Manolo Escobar se crió en el seno de una amplia familia. Fue el quinto de los diez hijos que tuvo el matrimonio formado por Antonio García, un agricultor que cambió el campo por la hostelería, y María del Carmen Escobar, a la que, convertido ya en estrella, dedicaría Manolo la canción 'Madrecita María del Carmen'.
Educado por un maestro republicano que le enseñó los rudimentos del oficio musical, Manolo Escobar comenzó a llamar la atención actuando, en compañía de varios de sus hermanos, en ceremonias de todo tipo. Por aquel entonces se hacían llamar 'Los Niños de García'.
Pero no fue sino hasta mediados de los años cuarenta, afincado ya junto a su familia en Barcelona, cuando comenzarían a atisbarse los signos de la futura estrella que se estaba cocinando. Actuaciones en verbenas y concursos le abrieron las puertas del cine y la revista. Raquel Meller, uno de los rostros más conocidos de la época, predijo que el muchacho llegaría lejos. Y vaya si no se equivocaba.
Sus hermanos Baldomero, Salvador y Juan Gabriel ponían el acompañamiento en calidad de guitarristas, en tanto que el joven Manolo comenzaba a dibujar las señas de identidad por las que siempre se regiría su música. Cada vez tenían más ofertas, entre ellas una para grabar un disco. Había llegado el momento de escoger entre su puesto como funcionario o el incierto pero mucho más ilusionante camino de la música. Optó por la excedencia. Nunca más volvería a trabajar en la estafeta de correos de Badalona.
En 1959, Manolo Escobar se casaba con Anita Marx, una alemana a la que había conocido en una fiesta en Playa de Aro (Gerona). Ninguno era ducho en el idioma del consorte, pero el amor no conoce barreras, tampoco las idiomáticas o culturales. Más de medio siglo de feliz matrimonio entre ambos así lo prueba.
Fulgurante ascenso
Los años sesenta fueron testigos del imparable ascenso del artista. Decenas de éxitos hallaron en su inconfundible voz el vehículo perfecto para ganarse el cariño del público. La hermandad fue tal que no se vio afectada por el declive de la copla ante la irrupción de nuevos sonidos.
Discos como 'Espigas y amapolas' (1966), 'Mi novia' (1968) o 'Por los caminos de España' (1972), llegarían paralelamente al estreno de películas como 'Entre dos amores' (Luis Lucía, 1972) o 'La mujer es un buen negocio' (Valerio Lazarov, 1972), entre otras, que probarían la maña que se daba también delante de la cámara.
Una veintena de filmes y decenas de trabajos discográficos integrarían finalmente la vasta trayectoria de Manolo Escobar, que se vería recompensada con distinciones como la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo que recibió en 2011.
Establecido desde hace años en Benidorm, Manolo Escobar no perdió nunca de vista a su público. Ni siquiera cuando, en 2010, descubrió que padecía un cáncer. Inició el tratamiento de quimioterapia pero no interrumpió sus espectáculos. Agarrado siempre al micrófono y agradecido a un país que le tuvo siempre entre sus estrellas más queridas, se aferró a la vida hasta este jueves en el que el mundo de la cultura se ha vestido de luto para despedir a uno de los más grandes coplistas que se han visto nunca.