«El uso de armas químicas no puede quedar sin respuesta»

La OTAN ha apuntado a la responsabilidad del régimen sirio de Bachar el-Asad en el uso de armas químicas en el país, y ha asegurado que se trata de un hecho "inaceptable" y que no puede quedar sin respuesta. "Consideramos el uso de armas químicas como una amenaza a la paz y seguridad internacional", ha manifestado el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, tras reunirse con los embajadores de los Estados miembros.

Según Rasmussen, todo apunta a que el régimen sirio está detrás de un ataque que supone una "clara violación" de las normas internacionales y que ha causado centenares de muertos. "Condenamos en los términos más duros estos vergonzosos ataques, que causaron una gran pérdida de vidas", ha explicado el político danés en un comunicado, en el que ha subrayado el apoyo aliado a la investigación que está llevando a cabo la ONU sobre el terreno. A este respecto, un número amplio de países, entre ellos España y Alemania, han defendido "no prejuzgar" las conclusiones de los inspectores de Naciones Unidas, mientras que EE UU, Reino Unido y Francia son los países que "más están empujando" para una respuesta militar, según han explicado fuentes diplomáticas.

Sin embargo, Rasmussen ha apuntado ya directamente a la responsabilidad del Gobierno sirio en el ataque, remarcado que es el régimen de Damasco el que "custodia los arsenales de armas químicas" y que, a priori, está detrás de los hechos. "Información disponible de un amplio abanico de fuentes apunta al régimen sirio como responsable del uso de armas químicas en estos ataques", ha señalado. "Los responsables deben rendir cuentas", ha insistido.

Mientras tanto, el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe para este país, Lajdar Brahimi, ha advertido de que cualquier acción militar emprendida en respuesta al presunto ataque con armas químicas en Siria tiene que ser aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. "Creo que el Derecho Internacional es claro al respecto. El Derecho Internacional afirma que la acción militar debe emprenderse tras una decisión del Consejo de Seguridad, eso es lo que estipula", ha subrayado Brahimi en rueda de prensa en Ginebra. "Debo decir que sé que el presidente Obama y la Administración estadounidense no tienen gatillo fácil. Qué decidirán, no lo sé. pero ciertamente el Derecho Internacional es muy claro", ha insistido.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha defendido que se debería dar "tiempo" a los inspectores de este organismo que se encuentran en Damasco. En declaraciones en La Haya, Ban ha subrayado que las imágenes del presunto ataque no tienen comparación "con nada de lo que hemos visto en el siglo XXI". "Es esencial aclarar los hechos. Un equipo de investigación está ahora sobre el terreno para hacerlo. Solo días después del ataque, han recogido valiosas muestras y entrevistado a víctimas y testigos. El equipo necesita tiempo para hacer su trabajo", ha subrayado, precisando más tarde que los inspectores necesitan de cuatro días más para concluir su trabajo.

Las presuntas pruebas de Damasco

El equipo de inspectores de la ONU ha vuelto a entrar hoy en el área de Guta Oriental para investigar el supuesto ataque químico, tras haber retrasado su visita por motivos de seguridad. Los expertos se han entrevistado con médicos y víctimas, y han examinado cadáveres para obtener pruebas. El equipo de la ONU, que estuvo el lunes pasado en la ciudad de de Al Muadamiya, tuvo que posponer a hoy su nueva visita a la periferia de la capital después de que ayer no pudiera hacerlo por desavenencias entre los grupos rebeldes sobre las garantías para protegerles, según el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem.

Mientras tanto, el régimen ha presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU "pruebas" que supuestamente vinculan a los opositores con el ataque químico. "Hemos entregado a Naciones Unidas todas las pruebas y documentos que muestran que fue la oposición, no el Estado, la que utilizó armas químicas", ha señalado el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Miqdad, quien ha insistido en que el régimen nunca usaría armas químicas contra su pueblo "en caso de que las tuvieran". Miqdad ha ido más allá y ha acusado a EE UU, Reino Unido y Francia de ayudar a los "terroristas" a usarlas.

Edificios evacuados ante la posible intervención

Las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, habrían comenzado a evacuar a la mayoría de su personal de los cuarteles del Ejército y de los servicios seguridad en el centro de Damasco ante la posible intervención militar por parte de Occidente, según han informado varios residentes y fuentes de la oposición. Según los testigos, las unidades del Ejército apostadas cerca de la capital han confiscado varios camiones con remolque -aparentemente para transportar armamento pesado a lugares alternativos- aunque no se ha observado ningún movimiento significativo de equipo militar, posiblemente por los intensos ataques cerca de las carreteras principales.

Entre los edificios que han sido parcialmente evacuados se encuentra el Edificio del Estado Mayor en la plaza de los Omeyas, el cercano comando de la Fuerza Aérea y los complejos de seguridad en el distrito de Kfar Souseh. La sede del Estado Mayor, uno de los principales edificios del mando militar del país, ha estado funcionando con personal reducido desde que fue bombardeado por los rebeldes en septiembre de 2012.

Además, los testigos afirman haber visto varios camiones durante las últimas 48 horas en la entrada acordonada de varios edificios, aparentemente transportando documentos y armas ligeras. El que fuese general desertor de brigada Mustafá al Sheij ha indicado que el personal ha sido trasladado a un lugar alternativo en la ladera de las montañas del Antilíbano, en el norte de Damasco. "Se han trasladado varios mandos a escuelas y búnkeres bajo tierra. Pero no estoy seguro de que vaya a hacer mucho bien al régimen", ha asegurado Al Sheij.

Otro residente que vive en la ladera de la montaña de Qasioun -situada a unos cinco kilómetros al este de Damasco y en la que se sitúan las unidades de la guardia pretoriana del régimen sirio- ha asegurado que durante este miércoles no se ha escuchado ninguna de las explosiones de artillería que antes se sucedían diariamente. Este testigo también ha relatado haber visto descender numerosos camiones del Ejército por la montaña. "Parece que han evacuado los cuarteles del batallón 205", ha asegurado en declaraciones a Reuters.

Objetivos

Todo parece indicar que las peticiones de dar más tiempo a los inspectores de la ONU quedarán en saco roto ante lo que parece una inminente operación de castigo al régimen de El-Asad. Según informa la cadena CNN, el ataque limitado a Siria durará solo unos pocos días, se ejecutará con bombardeos de misiles guiados y vendrá en dos oleadas para que Estados Unidos y sus aliados puedan evaluar en un primer momento la efectividad de sus operaciones.

Fuentes del Gobierno estadounidense han indicado a CNN que el ataque se centrará en objetivos militares de las fuerzas leales al presidente sirio, en "castigo" por el uso de armas químicas a gran escala en barrios de las afueras de Damasco el pasado miércoles 21 de agosto. Se llevaría a cabo por medio de misiles guiados del tipo 'Tomahawk' lanzados desde destructores y submarinos en el Mar Mediterráneo y, según el diario 'The New York Times', irían dirigidos a algo menos de medio centenar de objetivos estratégicos. Entre ellos, el diario indica que no se incluirían los centros de almacenaje de arsenales químicos, por miedo a desatar una catástrofe medioambiental o humanitaria, pero sí unidades de artillería y centros de mando implicados en los ataques químicos denunciados. Otros objetivos podrían incluir bases aéreas donde operan helicópteros de fabricación rusa, y se debate si ampliar el ataque contra unidades comandadas por la familia Asad o contra instalaciones presidenciales.

El ataque, que podría iniciarse este mismo jueves, comenzaría con una primera oleada, a la que seguiría una evaluación de los daños por parte de aviones espía y satélites, y una segunda tanda de bombardeos. Asimismo, fuentes gubernamentales han revelado a la CNN que las conclusiones de un informe de inteligencia que prepara Estados Unidos para justificar la intervención podrían darse a conocer hoy mismo, o en todo caso antes de que acabe la semana. Según la revista 'Foreign Policy', los servicios de información estadounidenses escucharon, tras el ataque de la semana pasada, una conversación de un responsable del ministerio sirio de Defensa con un jefe de la unidad de armas químicas, en la que le pedía "respuestas sobre un ataque con un agente neurotóxico que mató a más de 1.000 personas". Este sería el principal argumento esgrimido por Washington para desencadenar el ataque.

Despliegue naval

Mientras se suceden los contactos diplomáticos, EE UU tiene listo su despliegue naval frente a Siria para atacar en cualquier momento instalaciones del régimen, si así lo decide Obama. Según el diario 'Marine Corps', la Sexta Flota ha emplazado en el este del Mediterráneo a cuatro destructores, 'Mahan', 'Gravely', 'Barry' y 'Ramage', cada uno de los cuales tiene capacidad para cargar 90 misiles crucero 'Tomahawk'. Además, habría unidades de la Infantería de Marina en Oriente Próximo, África y Europa listas para llegar a Siria "en pocas horas".

El capitán Eric Flanagan, portavoz de la Infantería de Marina en el Pentágono, ha señalado que en la región hay unidades capacitadas para responder a una crisis, pero hasta el momento ninguna de ellas ha recibido órdenes para una misión específica. Entre esas unidades se cuenta la Unidad Expedicionaria 26, actualmente cerca del Golfo de Adén, al sur de Siria. Normalmente, una unidad expedicionaria cuenta con unas 2.200 unidades. La Fuerza de Tareas para respuesta a crisis, el tipo de unidad más nuevo en la Infantería de Marina, opera como una unidad expedicionaria más pequeña, tiene base terrestre y actúa en gran medida independiente de la Marina. Esta Fuerza de respuesta a crisis consta de unos 550 infantes de Marina que están, en su mayoría, en la Base Aérea de Morón (España). Un pequeño destacamento se ha trasladado a la Estación Aeronaval Sigonella en Italia. Esta unidad consta de una compañía de fusileros reforzada y cuenta con el apoyo de seis aviones Osprey MV-22B y dos aviones KC-130J para abastecimiento de combustible en vuelo.

La Infantería de Marina tiene cuatro Equipos de Seguridad de Flota contra el Terrorismo, dos bajo el Mando Conjunto Africano y dos bajo el Mando Conjunto Europeo. Por lo general, se emplean estas unidades para responder a amenazas contra las embajadas de Estados Unidos. La Unidad Expedicionaria 13 partió de California el viernes pasado y se dirige a Oriente Próximo y el norte de África para una misión de seis meses. En la región se cuentan asimismo miembros del Escuadrón 234 de Reabastecimiento de Combustible Aéreo de la Infantería de Marina, asentados en Sigonella desde junio y que recientemente participó en misiones para la Fuerza Aérea de Marruecos.