Latinoamérica aplaude el fin de la violencia de ETA

La XXI Cumbre Iberoamericana, que reúne a gobernantes de 22 países, ha sido inaugurada en Asunción en una ceremonia encabezada por el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.

Ambos se han referido en los discursos inaugurales al buen momento económico de América Latina que coincide con el "momento histórico" del bicentenario de la independencia de muchos de los países de la región.

Iglesias ha felicitado a España, representada por los reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por el abandono de la lucha armada anunciado por ETA, lo que ha arrancado los aplausos de los asistentes a la ceremonia celebrada en el teatro José Asunción Flores, propiedad del Banco Central de Paraguay.

Soluciones adecuadas a la crisis

Lugo ha abogado en su discurso por desarrollar un "Estado en alianza estratégica con la sociedad y el mercado" y ha advertido de que la crisis, si no se hallan "soluciones adecuadas", afectará a los países en desarrollo y comprometerá "sus expectativas de crecimiento" y sus planes de integración social.

Tras los discursos, que estuvieron precedidos de la interpretación del himno nacional paraguayo por una cantante lírica, ha habido un concierto de música folklórica a cargo de una veintena de intérpretes de arpa, el instrumento nacional del país. Los jefes de las delegaciones participantes en la Cumbre, que finalizará este sábado, han presidido la ceremonia desde el escenario del teatro. Previamente, el presidente Lugo había recibido, acompañado de su hermana Mercedes, que ejerce como primera dama, uno a uno a los invitados a la entrada del recinto. Tras la ceremonia se ofrecerá una cena de gala.

El tema central de la cumbre, la primera iberoamericana que se celebra en Paraguay, es "Transformación y desarrollo". Asisten jefes de Estado o de Gobierno, o sus representantes, de todos los países de América Latina, España, Andorra y Portugal.