La canciller alemana Angela Merkel, saluda al primer ministro griego Yorgos Papandreu, durante una reunión privada antes de la cumbre extraordinaria. / Foto: Efe
cumbre en bruselas

La Eurozona blinda su estabilidad con un segundo rescate griego de 109.000 millones de euros

Los socios pactan con la banca, principal acreedor de Atenas, una aportación voluntaria de 50.000 millones

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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La Eurozona dio ayer un paso fundamental para acabar definitivamente con la crisis de la deuda soberana. Tras meses de tensiones en los mercados y fallidas cumbres europeas, los socios comunitarios no solo pactaron el segundo rescate griego, sino que pusieron los cimientos para blindar la estabilidad de la moneda única. El salvavidas heleno ascenderá hasta 2014 a 109.000 millones de euros en nuevas ayudas públicas. Los bancos, que también asistieron a la cita en Bruselas, pondrán de su bolsillo 50.000 millones a través de distintas modalidades como la venta de bonos.

Angela Merkel no tendría precio como jugadora de póker. La canciller provocó escalofríos en toda Europa el martes al proclamar que la cumbre de emergencia de ayer no produciría resultados "espectaculares". Sin embargo, tras una jornada de maratonianas reuniones, los jefes de Gobierno consensuaron un documento de una ambición desconocida hasta ahora. Estructurado en cinco apartados, el texto recoge desde los detalles del segundo rescate griego hasta los mecanismos para evitar nuevos contagios en la zona euro como los padecidos por España e Italia.

El acuerdo, que ya había sido delineado previamente en una reunión de Merkel y Nicolas Sarkozy, contempla un segundo rescate griego de 109.000 millones, apenas mil menos que los aprobados en mayo de 2010. Como en el primer salvavidas, el dinero procederá de las arcas de la zona euro y del FMI. La novedad esta vez es que los bancos y las aseguradoras, principales propietarios de deuda helena, ayudarán también a levantar al país. Hasta 2014, contribuirán con 50.000 millones.

Los consejeros delegados del Deutsche Bank y del BNP Paribas acudieron a la cumbre para sellar el pacto con los socios comunitarios. Josef Ackermann, responsable del gigante germano, participó también en calidad de presidente del Instituto Internacional de Finanzas, la mayor agrupación mundial del sector.

Este organismo confirmó que el 90% de las entidades con deuda helena participarán en el nuevo rescate. "Confiamos en que nuestra aportación contribuya a mejorar sustancialmente la competitividad de la economía griega", subrayó Ackermann.

Menú de opciones

La banca pondrá 50.000 millones hasta 2014 y otros 56.000 hasta 2020. Estos fondos se habilitarán a través de un menú de opciones que se pondrán a disposición de las entidades. En principio, se les ofrecerá ampliar el plazo de vencimiento de sus bonos, canjearlos por otros manteniendo su exposición o venderlos de nuevo a Atenas.

Toda esta serie de modalidades están pensadas para reducir sensiblemente la carga de deuda que soporta el país mediterráneo. Según las últimas cifras, sus compromisos pendientes con los acreedores ascienden a 340.000 millones, el 150% del PIB griego.

La gran duda que planeaba antes de la cumbre es si las agencias de rating darán su visto bueno al acuerdo con los inversores privados. En principio, las firmas de calificación ya habían avisado de que las opciones aprobadas ayer desembocarán en una nueva rebaja de la nota griega hasta el nivel del impago o la quiebra parcial. El Banco Central Europeo lleva meses repitiendo que este escenario provocaría una hecatombe financiera. Ayer, su presidente, Jean-Claude Trichet, se daba por satisfecho con la iniciativa. "No creo que los expertos que analicen lo acordado consideren que se vaya a llegar a un impago crediticio", auguró.

Los socios comunitarios no solo aprobaron el nuevo rescate heleno. También se acordó revisar las condiciones de su actual préstamo y los de Portugal e Irlanda. En los tres casos, la Eurozona alivió las exigencias tanto en los plazos de devolución como en los tipos de interés. A partir de ahora, todos ellos podrán reintegran los créditos hasta en 30 años -el periodo actual era de siete ejercicios y medio- y pagarán un 3,5% de intereses. Los expertos habían advertido de que los requisitos iniciales eran demasiado rigurosos y atenazaban el crecimiento de sus débiles economías.

Plan Marshall

Grecia se llevó otra inyección de moral tras los durísimos ajustes que aprobó el mes pasado para poder obtener el segundo rescate. Aunque en un principio se habló de una especie de Plan Marshall, la idea definitiva para impulsar el crecimiento griego es algo más modesta. En línea con los esfuerzos reclamados por la Comisión, Bruselas se volcará en ofrecer asistencia técnica a Atenas para que pueda obtener todos los fondos de cohesión que le corresponden. El país mediterráneo solo ha recibido 4.900 millones de los más de 20.000 que tiene asignados por dificultades para alcanzar los niveles de cofinanciación exigidos.

La cumbre no solo despejó las dudas de los países rescatados. El Eurogrupo también articuló una batería de medidas muy esperadas por los mercados para atajar los riesgos de contagio a España e Italia.

La clave de todo el entramado es el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés). Dotado con 750.000 millones de euros, a partir de ahora podrá conceder líneas de crédito preventivas como sucede con el FMI. Con esta herramienta, si un país se ve acorralado por los especuladores al emitir deuda pública podría recurrir al EFSF para financiarse.

La segunda cuestión que contribuirá a frenar el contagio es la intervención en los mercados secundarios de deuda. Los socios activaron también esta opción para el fondo de rescate bajo supervisión del BCE. Así, cuando las primas de riesgo se disparen el EFSF podrá comprar títulos para rebajar la presión sobre los países. España había abogado en varias ocasiones por poner en marcha esta medida que algunos consideran la antesala de los eurobonos.