El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, hace un gesto durante la sesión de control al ejecutivo celebrada en el Congreso. / Efe
escalada de tensión

El Gobierno español niega el conocimiento previo del asalto en El Aaiún

Se había publicado que el ministro de Exteriores marroquí anunció la semana pasada a su homóloga española el desmantelamiento del campamento saharaui

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Desmentido rotundo y por partida doble del Gobierno. Primero ha sido el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, el que ha querido dejar claro que el Ejecutivo no tenía ninguna información previa por parte de Marruecos del asalto policial al campo de protesta saharaui próximo a El Aaiún. Después, desde Quito, la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, negaba "rotundamente" que ella, sus colaboradores o algún otro miembro del Ejecutivo tuvieran información de Marruecos.

Jiménez, en declaraciones a los periodistas en Quito, ha asegurado que, durante la reunión que mantuvo en Madrid con su colega marroquí, Taib Fasi Fihri, el pasado día 3, "no hubo ningún comentario, ningún tipo de información, nada que pudiera conducir a pensar" que la policía de Marruecos iba a desmantelar el campamento. "Lo desmiento rotundamente como ministra de Asuntos Exteriores y lo desmienten todos los integrantes de la delegación española que estaban en la reunión", ha añadido Jiménez con tono serio. Sobre el desalojo del campamento, la ministra ha afirmado que "lo más fácil" hubiera sido una "condena inmediata" de la acción de Marruecos, pero ha reiterado la necesidad de conocer antes todo lo ocurrido para hacer un pronunciamiento oficial.

Desmentido en el Congreso

Poco antes, Jáuregui, cubriendo la ausencia en el Congreso de la ministra, también salía al paso de una pregunta formulada en la sesión de control por el portavoz adjunto del PNV, Aitor Esteban, que había pedido saber si era cierta la información publicada acerca de que el Ejecutivo había sido informado previamente del asalto. "Esa noticia es falsa -ha contestado tajante el ministro-. El gobierno nunca tuvo ninguna información al respecto y doy por zanjada la cuestión".

Según ha explicado, el Gobierno sigue la situación con "profunda preocupación" y "ha conseguido de Marruecos que estos hechos sean debidamente investigados". "Hemos recibido la información del Ministerio de Gobernación de que la Fiscalía ha sido encargada de una investigación que esperemos se desarrolle con eficacia y garantías", ha revelado. Además, ha anunciado gestiones consulares "de manera intensa" para favorecer la vuelta de la prensa a El Aaiún y que se permita el paso a los periodistas españoles, ya que, frente a "confusión" aún reinante sobre este episodio, "la transparencia es garantía de la verdad".

Igualmente, ha defendido el diálogo entre Marruecos y el Polisario como "verdadero punto crucial" por encima de los incidentes y ha reafirmado el compromiso del Gobierno para intensificar el esfuerzo de cooperación con el pueblo saharaui para mejorar sus condiciones socioeconómicas, que en su opinión son "origen en parte de este conflicto". Aitor Esteban cree que el Gobierno podría ir más allá de la solidaridad y la preocupación y que tendría que empezar por condenar la actuación de Marruecos porque, si el país magrebí es un aliado, "debe responder a unos mínimos parámetros democráticos y no comportarse como esos Estados que cierran ante toda crítica a sus asuntos internos".

"Echar agua al fuego"

Sin embargo, el representante de la autoconstituida República Arabe Saharaui Democrática (RASD) y del Frente Polisario ante la ONU, Amhed Bujari, tiene una opinión muy diferente. Ha lamentado que el Gobierno español haya optado por "echar agua al fuego provocado por Marruecos". "La postura del Gobierno español ha sido muy rezagada, incluso respecto a la francesa, que es aliado de Marruecos", ha afirmado en declaraciones a Radio Nacional de España.

"Nos hubiera gustado que España hubiera realzado el tono, la voz, para por lo menos venir en defensa de esta población", ha manifestado antes de apostillar que el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, "declaró que lo que hizo Marruecos en Sáhara fue 'muy grave', pero yo no he oído ningún término, ningún calificativo por parte de la diplomacia española, que ha jugado a echarle agua al fuego provocado por Marruecos contra los saharauis".

A juicio de Bujari, la ofensiva marroquí del pasado lunes contra el campamento de protesta de las afueras de El Aaiún y su posterior intervención en las calles de la capital del Sáhara Occidental demuestran "que Marruecos no quiere una solución definitiva del conflicto". "Espero que los acontecimientos hagan que la diplomacia española y francesa revisen una posición que, hasta ahora, no ayudaba a la paz", ha declarado. El representante del Polisario ha afirmado que la ofensiva marroquí "fue un acto deliberado que tuvo dos objetivos: medir la serenidad del Polisario y medir también hasta qué punto este proceso de negociación iba a resistir un asalto de esta forma".

Los incidentes de los últimos días han arrojado varios muertos y heridos, aunque las informaciones son confusas. La agencia de noticias oficial marroquí, MAP, informó de la existencia de ocho bajas en el cuerpo de seguridad, mientras que el Frente Polisario, cifró en once los saharauis muertos en estas protestas. Entretanto, los representantes de Marruecos y el Frente Polisario en las conversaciones sobre Sáhara Occidental han acordado en las últimas horas continuar con dichos encuentros, que reanudarán en diciembre y enero pese a seguir rechazando la propuesta de la otra parte.