El arduo estreno de la canciller Jiménez
La jefa de la diplomacia española da prioridad a los contactos con Rabat tras un verano de tensión
MADRID Actualizado: GuardarA buen seguro, Trinidad Jiménez no había soñado este estreno como ministra de Asuntos Exteriores. Y es que su invitado en el Palacio de Viana el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Taib Fasi Fihri, vino a Madrid a repartir estopa a la prensa española. Arremetió sin remilgos contra la visión de los medios españoles y la forma de tratar los últimos incidentes en el Sahara. El dirigente marroquí acusó a los informadores de españoles de mentir y de convertir "deseos en realidad".
Jiménez aguantó el tipo con semblante serio y frunció el ceño en algunas ocasiones, pero mantuvo el guión de las "excelentes relaciones" entre Marruecos y España. Eludió responder a si había solicitado a su homólogo que permita el acceso a los periodistas españoles al campamento de jaimas instalado al sur de El Aaiún -vetado para corresponsales extranjeros- y consideró válidas la respuesta de Fasi Fihri de que esta prohibición obedece a "motivos de seguridad y para no entorpecer al diálogo".
Fasi, que reconoció que "tal vez no fuera veraz" la información de la agencia oficial marroquí de noticias sobre la muerte de un menor en los incidentes sociales de Melilla, no habló ni una palabra del adoslescente muerto a disparos marroquíes en El Aaiún.
Tensión por el Sahara
El momento más crítico fue cuando Fasi Fihiri le espetó a una periodista, en tono seco que "se tomara la molestia" de leerse las resoluciones de Naciones Unidas sobre el Sahara antes de "hacerle una pregunta al ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos". Y es que Fasi Fhiri negó que en Naciones Unidas hable de "referéndum" como solución a la autodeterminación del Sahara.
El único resbalón que estuvo a punto de cometer Jiménez fue, precisamente, en relación a la postura española. Habló de solución negociada sin mencionar la autodeterminación. ¿Un cambió de estrategia?, le interpelaron rápidamente a la ministra. Ninguno "España apoya la autodeterminación" siempre que sea fruto de "un acuerdo consensuado entre ambas partes".
Trinidad Jiménez, por si fuera poco, también tuvo que valorar los resultados en las elecciones de Estados Unidos y varios dardos relacionados con la postura de Venezuela en relación con el etarra Cubillas. En definitiva, demasiados miuras en la alternativa de la ministra. Pero la plaza de Exteriores es así, compleja, siempre al filo de la navaja.