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Nadal no encuentra límites

El balear entra en la leyenda al conseguir su primer US Open y lograr los cuatro grandes

MADRID Actualizado: Guardar
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"En mi vida me hubiera imaginado estar donde estoy, poder disfrutar con 24 años de lo que he vivido y lo que he ganado. Soy un súper privilegiado y doy gracias a la vida". Rafa Nadal sigue, torneo tras torneo, éxito tras éxito, cruzando metas impensables hasta hace poco tiempo para el tenis español y haciéndose un hueco en el Olimpo de los mejores deportistas de todos los tiempos. El tenista de Manacor consiguió este martes lo que solo seis tenistas habían logrado en la historia: ganar en su carrera los cuatro torneos de 'Grand Slam'. El balear ya no es solo un ejemplo por su mentalidad, su carácter, su entrega, su lucha y su poder de sacrificio. Ahora también es un modelo si nos ceñimos exclusivamente a sus cualidades como tenista. Atrás quedaron los tiempos en los que el mallorquín se dedicaba a correr de una lado para otro, jugando tres metros detrás de la pista. En este US Open ha demostrado que puede ganar jugando bien.

La enésima demostración de superación de Nadal le impulsó para lograr la victoria y alzarse con su primer US Open, el noveno 'Grand Slam' de su carrera. Y con muchos años por delante para progresar. En esta ocasión, Djokovic fue su víctima. A pesar del buen partido del serbio, que se dejó la piel en el intento, el campeón del Abierto de Australia no consiguió sobreponerse a la actitud, la ambición y la determinación del mallorquín. En el tercer set de la final, el manacorense solo aprovechó una de las once bolas de 'break' que tuvo pero no cejó en el intento. A finales del segundo parcial, y a comienzos del tercero, Djokovic desplegó su mejor juego 'partiendo' la bola. En ese momento, el cinco veces campeón consiguió darle la vuelta a la situación y conectar tres juegos seguidos que pusieron el 3-1 en el marcador.

Cuando mejor jugó el balcánico, Rafa fue capaz de sobreponerse a los duros tiros que le venían y de sacar lo mejor que lleva dentro para levantar el partido.

Nueva empuñadura

Tampoco se puede olvidar el saque ganador que ha plasmado durante todo el torneo en las pistas de Flushing Meadows, con el que ha superado fácilmente los 210 km/h. Este golpe, que facilita el primer tiro del balear, ha sido una de las claves de su éxito en el US Open. El ligero cambio en su empuñadura ha sido crucial, según Nadal, para poder ganar el torneo. Como ejemplo, únicamente había cedido dos veces su servicio hasta el partido frente a Djokovic. En la final, esta 'nueva' arma del número uno del mundo volvió a funcionar. En el tercer set, en el juego en el que tenía que cerrar la manga, y con 15-30 en contra, apareció el nuevo Rafa, el que es capaz de sacar tres excelentes primeros que le permiten, únicamente con el saque, levantar el juego y ponerse con dos sets a uno.

Después de caer eliminado en el Masters 1000 de Cincinnati, a Rafa Nadal le entraron las dudas con su juego, especialmente con su revés. El chipriota Marcos Baghdatis encontró en este golpe el punto débil del balear, y lo explotó hasta conseguir la victoria.

Al concluir el partido, el manacorense tenía clara su preparación para el US Open: "Mi juego debe mejorar si quiero tener alguna oportunidad en Nueva York". Y no solo lo mejoró, sino que lo perfeccionó de tal manera que sólo ha cedido un set en todo el campeonato.

Después de 3 horas y 43 minutos, el de Manacor alcanzó la gloria en Nueva York que ya habían tocado Santana y Orantes en 1965 y 1975, respectivamente. Hacia las diez de la noche neoryorkina, cuatro de la madrugada en España, Nadal se convertía en el séptimo hombre que logra el 'Grand Slam', los cuatro 'majors', siendo el más joven en conseguirlo de la 'era Open'. El balear dio un paso más en su meteórica e histórica carrera que le permite seguir forjando un mito. Su próximo objetivo es atrevido: ser el más grande de todos los tiempos. Sólo es cuestión de tiempo.