cumbre de los veintisiete

Francia y Alemania acuerdan el rescate griego con ayuda combinada del FMI y los préstamos bilaterales

"Este acuerdo muestra la voluntad de todos los países en defensa de la estabilidad financiera y para luchar contra la especulación", afirma el mandatario portugués José Sócrates

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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El acuerdo sobre el rescate griego es una realidad después de que Francia y Alemania hayan acercado posturas y de que el resto de los países de la zona euro hayan dado el sí al plan esta noche. El primer ministro portugués, José Sócrates, ha confirmado el pacto que incluye la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los países de la zona euro, que aportarían la parte más importante en caso de que finalmente Grecia necesitase asistencia.

Finalmente el compromiso ha llegado antes del comienzo del Consejo Europeo, que ha reunido en Bruselas a los veintisiete líderes de la UE. Antes de que trascendiera ese principio de acuerdo entre Francia y Alemania, la canciller Angela Merkel se había declarado dispuesta a trabajar por una solución combinada entre la ayuda del Fondo Monetario Internacional y préstamos bilaterales de los socios de la Eurozona, algo que ya habían puesto sobre la mesa el presidente francés Nicolas Sarkozy y el español, José Luis Rodríguez Zapatero. "Vamos a trabajar para poder contemplar una combinación entre el FMI y la ayuda bilateral" por parte de estados miembros de la moneda única, afirmaba la dirigente germana a su llegada a Bruselas.

Merkel sigue pensando que esta modalidad de ayuda a Grecia deberá ser empleada como última posibilidad, en caso de que el Gobierno no pueda lograr financiación en los mercados. El compromiso no es obligatorio para los Estados miembros, pero Sócrates ha subrayado que todos se han comprometido a participar en caso de que tenga que ser activado. El plan está dotado con hasta 25.000 millones de euros.

Reacciones tras la reunión

La alegría entre los socios europeos no se ha hecho esperar. El primer ministro griego, George Papandreu, se ha mostrado satisfecho y ha declarado que "Europa ha dado un gran paso para enfrentarse a un gran reto". Por su parte, Van Rompuy ha asegurado tras la reunión del Eurogrupo que, "todos los miembros se han declarado dispuestos a participar", mientras que, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se ha felicitado por la fórmula hallada que representa una "vía de solución y una vía europea".

Asímismo, José Sócrtes ha señalado que "este acuerdo muestra la voluntad de todos los países en defensa de la estabilidad financiera y para luchar contra la especulación". "Esperamos que no haga falta" llegar a ponerlo en marcha, ha indicado Sócrates, que ha destacado que "no se trata de ayudar a Grecia a pagar sus deudas", sino de "poner punto final a las dudas e incertidumbres".

Por su parte, La Moncloa se ha apresurado a desmentir que el acuerdo entre los pesos pesados de la eurozona haya dejado descolgada a la Presidencia española de turno de la Unión Europea. Al contrario, ha destacado las gestiones que ha hecho el presidente Zapatero en los últimos días para conseguir el acuerdo.

En busca de una estrategia económica

Con los deberes parcialmente hechos, los líderes de la UE han arrancado la cumbre visiblemente satisfechos y relajados, aparcadas las diferencias en torno a la ayuda financiera a la endeudada Grecia. No sólo este asunto dividía a los gobiernos europeos, también el diseño de la futura estrategia económica amenaza con encender la cumbre en la que se pretende aprobar las líneas generales de un nuevo plan destinado a superar definitivamente la crisis y dotar a Europa a medio plazo de un crecimiento económico más sostenible.

La propuesta elaborada por la Comisión Europea sobre la nueva estrategia económica, principal tema del orden del día, ha suscitado, por su lado, un sinfín de interrogantes. Tanto es así que, si se trataran de incorporar todas las observaciones apuntadas el lunes por los ministros que prepararon el debate de los líderes, la cumbre acabaría el viernes sin conclusiones porque "son mutuamente contradictorias", según reconocen fuentes diplomáticas.

Bajo el eslogan de 'Europa 2020', la Comisión de la UE ha presentado un programa de modernización económica y reformas que trata de aprender de los errores del pasado, con menos objetivos cuantificados y reglas de vigilancia más estrechas. Pero ni sobre los objetivos ni sobre las reglas hay consenso todavía entre los Veintisiete y la discusión se anuncia larga.

Crear un "gobierno económico" de Europa

La principal novedad respecto a la fracasada 'Estrategia de Lisboa' (2000-2010) es que se quiere involucrar en ella a los jefes de Estado o Gobierno. Si se aceptara este principio, el Consejo Europeo se convertiría en el embrión de un auténtico "gobierno económico" de Europa, la pata que siempre ha faltado en el diseño de la unión "económica y monetaria" acordado en la histórica cumbre de Maastricht (1991) que dio origen al euro.

El presidente permanente, Herman Van Rompuy, apoya esta evolución y ha llegado a plantear a sus colegas la conveniencia de celebrar cumbres mensuales para dedicar toda la atención necesaria a la reconstrucción de la economía europea, seriamente debilitada por la crisis que llegó en 2008 de Estados Unidos. Van Rompuy ha doblado su apuesta proponiendo, además, que los líderes europeos inauguren en la cena del jueves un debate sobre "el desafío de la competitividad" y los desequilibrios en las balanzas de pagos.

"Se trata de una novedad total", aseguraba ayer un veterano diplomático, ya que supone que entre los gobernantes europeos empiece a discutirse de impuestos, rentas salariales o mercados de trabajo, ámbitos todos considerados hasta ahora coto nacional. Una frase de la carta de invitación enviada el martes por Van Rompuy ha provocado cierta alarma en algunas capitales. Apuntaba el presidente del Consejo Europeo que "la necesidad de una acción política es especialmente apremiante en los estados miembros que exhiben amplios y persistentes déficit por cuenta corriente y grandes pérdidas de competitividad".