La 'marea roja' inunda las calles de Bangkok
Cerca de 25.000 opositores protestan contra el actual Ejecutivo de Abishit Vejjajiva
BANGKOK Actualizado: GuardarAl menos un soldado ha resultado herido en la explosión de dos granadas arrojadas contra sendos edificios oficiales, después de que unos 25.000 detractores del Gobierno tailandés marchasen en Bangkok para exigir la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas.
El militar ha sido alcanzado por la metralla de la granada mientras hacia guardia en las inmediaciones del Ministerio de Defensa. Este ataque se produjo una hora después de que un grupo de desconocidos arrojase otra granada contra el edificio de la Comisión Nacional Anticorrupción, en el extrarradio de la capital, sin causar víctimas, aunque sin daños materiales en el exterior del edificio.
A lo largo del día, al menos 25.000 seguidores del ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, conocidos como los 'camisas rojas', marcharon por las calles de Bangkok para instar a los capitalinos a unirse a las protestas que comenzaron hace una semana. En coches, camionetas y motocicletas los manifestantes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma política de los partidarios de Shinawatra, recorrieron cerca de 70 kilómetros de calles de la capital sin que se produjeran incidentes, aunque eso si, empeoraron el tráfico, cuyo caos es legendario.
Con las banderas rojas y enseñas tailandesas como estandartes, corearon a su paso consignas contra el jefe del actual Ejecutivo, Abhisit Vejjajiva, líder del Partido Demócrata. La procesión motorizada arrancó y tocó meta cerca del antiguo Palacio Real, donde los seguidores de Shinawatra están acampados desde que hace una semana reanudaron las protestas callejeras.
Decaen las protestas
Algunos manifestantes han asegurado que se sentían contentos por el clima de tranquilidad en el que se desarrollaba la marcha, aunque reiteraron sus críticas contra el primer ministro y el presidente del Consejo Real, Prem Tisunalonda, general jubilado y jefe de Gobierno durante la década de los ochenta. La caravana de vehículos, a la que la Policía abrió paso, estuvo vigilada por las Fuerzas de Seguridad, con grupos de agentes y soldados posicionados cada 500 ó 600 metros.
Los "camisas rojas" intentan impulsar las protestas, que han decaído en los últimos días a causa de las divisiones internas en el Frente y a la indiferencia de los capitalinos. Esta semana, los activistas atrajeron la atención de la prensa con el vertido de botellas con sangre humana en las puertas de la sede del Gobierno y la residencia privada del jefe del Ejecutivo, pero las manifestaciones pacíficas no han conseguido ninguno de los objetivos que perseguían.
'Amarillos' contra 'rojos'
Tailandia está inmersa en una profunda crisis desde el golpe de Estado perpetrado en septiembre de 2006 contra el multimillonario Shinawatra, actualmente en el exilio y declarado prófugo por la justicia, que lo condenó en rebeldía a dos años de cárcel por corrupción. La gran mayoría de los "camisas rojas" y las clases más humildes del norte y noreste del país idolatran a Shinawatra, a pesar de su ingente riqueza y alto tren de vida, mientras que consideran al actual jefe del Gobierno un "títere" de la elite y el Ejército.
En una vídeo-conferencia, Shinawatra, un magnate y ex coronel de la Policía, acusó a la clases adinerada de ahondar la división social en Tailandia por respaldar a los "camisas amarillas", rivales de los 'camisas rojas'. A finales del año pasado, los 'amarillos', que comenzaron las protestas contra Shinawatra en 2006, tomaron durante una semana el control de los dos aeropuertos de Bangkok con la finalidad de forzar la caída del Gobierno formado por políticos aliados del ex primer ministro depuesto.
El pasado febrero, el Tribunal Supremo se incautó de casi 1.400 millones de dólares de las cuentas bancarias de Shinawatra y su familia, por considerar que ingresó ese dinero mediante operaciones financieras ilegales cuando era primer ministro (2001-2006).