TRIBUNALES

Los peritos solo identificaron el perfil genético de uno de los acusados del crimen del Churrero

El fiscal mantiene la pena solicitada de 30 años de prisión para los tres procesados por el asesinato en Chiclana de Antonio Romero

Uno de los procesados por el crimen del Churrero. F. Jiménez

M. Almagro

Los peritos que analizaron las muestras de sangre y otros indicios hallados en la casa de Antonio Romero, el Churrero, asesinado a palos en Chiclana en septiembre de 2004 , solo pudieron hallar el perfil genético de uno de los acusados en esta causa. Los agentes de la Guardia Civil que se encargaron de hacer estos informes periciales han declarado este jueves en el juicio que se sigue contra los tres ciudadanos de la exYugoslavia procesados por haber supuestamente matado a este chiclanero y agredido brutalmente a su mujer Manuela cuando entraron a robar en su casa aquella madrugada de hace quince años.

Según han coincidido todos estos testigos en su declaración ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz, solo pudieron determinar el perfil genético de Adrijan S. Sus muestras se recogieron principalmente del reguero de sangre que dejó en el muro y en la entrada de la casa después de que en el asalto se cortara la mano al intentar saltar la pared y se fracturara con unos cristales que estaban puestos a modo de seguridad en la parte superior de dicho murete.

Estas muestras recogidas también en un sujetador y un pañuelo -aunque mezcladas con el perfil de Manuela- dieron positivo años después de los hechos. Cuando los peritos pudieron hacer el primer cotejo tras recibir unas muestras de Adrijan que se cogieron en un coche en mayo de 2009 después de que este acusado cometiera otro delito. Entonces, la coincidencia fue clara, según ratificó una de las agentes que realizó el estudio. Se da la circunstancia que Adrijan S. ha sido el único de los sospechosos en confesar que entraron en la vivienda aquella noche aunque negó su participación en la muerte de Antonio.

También se recogieron muestras de dos colillas. En una de ellas, que estaba en el interior de la casa, se halló rastro genético de un varón pero, en aquel momento, no se pudo determinar su identidad al no tener en la base de datos otro coincidente. En la otra, había mezclas de perfiles y tampoco se pudo identificar entonces a otra persona.

Antonio murió de los golpes

Por otro lado, en esta última sesión del juicio, han declarado los forenses. Uno de ellos ha testificado que la víctima «todavía con vida fue objeto de repetidos golpes» por diferentes zonas del cuerpo, siendo los que le dieron en la cabeza los que le causaron un edema cerebral y el posterior fallecimiento. Los golpes, como ha asegurado el forense, fueron provocados por «un objeto sin bordes» -en la causa se determina que fue una barra de hierro-. Y que en la agresión se utilizó «la fuerza necesaria».

Además, la forense que participó en el informe de sanidad practicado a Manuela (quien falleció años después) ha asegurado que la muerte de la anciana no tuvo relación con la agresión que sufrió la noche de los hechos en 2004.

El juicio ha quedado este jueves visto para sentencia . El fiscal , única acusación en este procedimiento, ha elevado a definitiva su calificación solicitando por tanto 30 años de prisión para los tres procesados.

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