TRIBUNALES
Crimen del Churrero: «¡No pensaba que iban a llegar hasta ahí, a matar a una persona!»
Adrijan S., uno de los procesados por el asesinato de Antonio Romero, admite que todos se pusieron de acuerdo para robar en la vivienda, aunque niega haber participado en el asesinato
Enver B. no ha querido declarar y Faruko M., niega su participación. «Nunca he estado en Chiclana»
Bajo fuertes medidas de seguridad dada la supuesta peligrosidad de los tres acusados, esta mañana ha comenzado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial el juicio por el 'crimen del churrero' . Los acusados, todos ciudadanos de la antigua Yugoslavia , se enfrentan a treinta años de prisión por haber matado a palos a Antonio Romero cuando asaltaron su casa para robarle y haber causado graves lesiones a su mujer Manuela.
En esta primera sesión, la declaración dada por los encartados ha sido completamente contraria. Mientras uno de ellos Adrijan S., ha admitido en varias ocasiones que sí fueron a robar a la vivienda y que lo habían concertado días antes en Dos Hermanas (Sevilla) donde residían todos, otro de los acusados, Faruko M. ha negado la mayor, asegurando que «jamás» ha estado en Chiclana y que «jamás» había cometido dichos delitos. El otro encartado, Enver B., no ha querido declarar ante ninguna de las partes. Adrijan S. ha reconocido e identificado en sala a sus otros dos supuestos compinches sin ninguna duda aparente.
Durante su declaración, Adrijan ha asegurado que «un día o dos antes», Enver le comentó en Dos Hermanas que un amigo suyo le había dado los contactos de una casa «donde había dinero». Decidieron entonces hacerlo por la noche y por ello se trasladaron en coche hasta Chiclana con la dirección que les habían «facilitado». Según ha relatado, primero intentaron saltar un muro pero él mismo se hirió en una mano y comenzó a sangrar, así que accedieron a la casa por una puerta trasera que forzaron. «Cuando entramos el señor estaba en la primera habitación y con él se quedaron Enver y Faruko, Senjur (el menor detenido también por estos hechos) y yo nos fuímos con la señora», ha afirmado. Ya en este cuarto, según ha repetido a las preguntas del fiscal y los abogados de las defensas, se limitó a estar con Manuela.
«Ella gritaba y yo la intentaba tranquilizar». No ha reconocido que la atara ni tampoco que le diera ningún golpe, aunque no recordaba si el entonces menor le agredió. «Yo no la amarré, puede ser que Senjun lo hiciera. Estaba todo oscuro, no se veía nada a medio metro». Tampoco ha admitido que revolvieran el cuarto aunque el fiscal le ha recordado que se encontraron muestras de su sangre en la pared de haber intentado descolgar cuadros y espejos. «Puede ser, puede ser», ha contestado el procesado.
En cuanto a lo que ocurría en la habitación donde se encontraba durmiendo la víctima mortal, Antonio, Adrijan ha explicado que él no pudo ver nada pero que sí escuchó forcejeos y gritos. Como ha repetido en más de una ocasión, pensaron que la casa estaba vacía y que solo iban a entrar a robar. «No pensaba que iban a llegar hasta ahí, a matar a una persona».
Además ha asegurado que tras lo ocurrido nunca más volvió a ver al resto de implicados y que «cada uno tiró para su casa». Según ha afirmado hasta que le detuvieron nunca supo lo que había pasado. «Yo pago por lo mío, yo estuve allí y cogí a la señora. Lo demás, no hice nada», ha insistido.
Se conocían de antes
Por su parte, Faruko M., que solo ha querido contestar a las preguntas de su defensa, ha negado su participación en estos hechos. «Nunca he estado en Chiclana», ha afirmado. Sí ha admitido conocer a los procesados de Dos Hermanas por formar todos parte de la comunidad de originarios de la antigua Yugoslavia de la localidad y a Adrijan también porque lo detuvieron junto a él en 2005 en Pontevedra por otros hechos. Sin embargo, según ha precisado, entonces se hacía llamar David Aslami.
Enver B. no ha querido declarar a las preguntas de ninguna de las partes.
La Fiscalía solicita para cada uno de ellos la pena de 30 años de prisión por los delitos de asesinato , robo con violencia en casa habitada y lesiones con instrumento peligroso, además de que indemnicen a los hijos de las víctimas con 151.000.
Los supuestos autores fueron detenidos en el marco de la operación Algoritmo , desarrollada por la Guardia Civil en 2016 y 2017, después de que uno de ellos volviera a actuar en Valencia. Las pruebas de ADN practicadas entonces permitieron hacer un cotejo con los indicios hallados en la casa de Chiclana y se le pudo identificar. La investigación dio también con sus supuestos compinches.
El cuarto detenido, Senjur, era menor de edad cuando sucedieron los hechos por lo que en esta causa declarará como testigo. Actualmente se encuentra preso por otra causa en una cárcel de Portugal.
A la vista han acudido algunos familiares de las víctimas que han seguido atentamente la celebración del juicio.
Como se recordará este crimen sacudió a la provincia por su brutalidad. Todo ocurrió la noche del 23 de septiembre de 2004. Según recuerda el fiscal en su escrito de acusación, sobre las cuatro de la mañana, el matrimonio se encontraba durmiendo cuando los procesados entraron encapuchados en la casa buscando dinero y joyas. Para ello les ataron y golpearon con una barra de hierro. Insistían en encontrar una caja fuerte. Finalmente se llevaron 7.000 euros.
A las nueve de la mañana, Antonio fue hallado muerto. Su mujer, que se pudo desatar, estaba en estado de shock. Según los estudios forenses la agresión fue mortal.
Este martes continuará el juicio con la declaración de algunos familiares de la pareja y los guardias civiles que participaron en la investigación y detención de los presuntos autores.
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