Covid
Antonio Ares:«No hay vacunas mejores ni peores»
El médico recuerda que la población está al día de toda la información disponible e insiste en que los efectos adversos graves son muy excepcionales
El doctor Antonio Ares mantiene un «optimismo moderado» respecto al avance de la campaña de vacunación y considera que, pese a «ciertas especulaciones torticeras», en el tercer trimestre de este año se cumplirán los objetivos de tener vacunada al 70 % de la población adulta.
En las últimas semanas la campaña de vacunación ha tenido varias variaciones, aunque se mantiene el objetivo europeo de vacunar al 70 % de la población a finales de verano. ¿Sigue siendo optimista respecto al avance de la misma?
En esta pandemia se ha demostrado que cuando la Comunidad Científica tiene el apoyo económico y el respaldo social adecuado en tiempo y forma es capaz de obtener resultados espectaculares. La consecución de las vacunas se ha realizado en tiempo récord, y eso nos tiene que llevar a contradecir al refranero, «las prisas pueden ser buenas consejeras». Los resultados confirman que estamos en el camino adecuado para vencer al virus. Por ello hay que ser optimista moderado.
Con cierto retraso, por los eventos raros que han producido algunas vacunas y por la demora en la producción de las mismas y ciertas especulaciones torticeras, posiblemente en el transcurso del tercer trimestre de 2021 se cumplan los objetivos de tener vacunada al 70% de la población adulta.
¿Hay unas vacunas mejores que otras?
La respuesta es clara, no hay vacunas mejores ni peores. Cada una tiene sus indicaciones y su porcentaje de inmunización demostrado en los ensayos clínicos realizados con todas las garantías y evidencias. Desde la Moderna y Pfizer que consiguen una inmunización del 95%, al 76% de la AstraZeneca y el 69-70% de la Janssen. Las dos primeras tienen un sistema de producción a base RNA mensajero, y las segundas a base de adenovirus modificado.
¿En estos días escuchamos que ponerse la vacuna aporta más beneficios que peligros. ¿Qué datos avalan esta idea?
El riesgo cero no existe en la administración de cualquier fármaco no existe. Sólo basta con consultar el prospecto del medicamento más común que tengamos en nuestro botiquín y leer la letra pequeña. Lo que sí es necesario es que la persona que hace uso de las vacunas debe estar advertida de esta mínima probabilidad de ese posible efecto adverso raro y grave, y en que probabilidad que se puede producir. Las garantías que nos ofrecen los Sistemas de Farmacovigilancia y los avales que nos dan las Agencias de Medicamentos nos deben dar la suficiente seguridad para que su uso llegue a ser masivo.
¿Hay motivos suficientes para suspender la entrega de vacunas Janssen?
Las Autoridades Sanitarias de EEUU han paralizado la entrega de Janssen por seis casos de trombosis entre los 7 millones de personas vacunadas. Es una decisión amparada por la precaución que se necesita para poder seguir con garantías de su distribución y uso. Estudiar esos casos raros, menos de uno por millón, servirá para realizar unas indicaciones más precisas relacionadas con la edad, sexo y otros factores de riesgos de las personas que las reciben.
¿En cualquier caso, ¿cree que tantos parones para garantizar la seguridad al final ha provocado cierta inseguridad?
La población debe estar segura de que los Sistemas de Farmacovigilancia, en esta pandemia y con esta campaña de vacunación mundial, están funcionando perfectamente y se están comunicando en tiempo real. La población está al día de toda la información disponible al momento. Lejos de crear incertidumbre e inseguridad debemos estar seguros de que las Autoridades Sanitarias realizan las indicaciones precisas de cada vacuna.
¿Qué les diría a quienes sienten preocupación por esos casos excepcionales?
Les diría que la única forma de salir de esta pandemia, además de cumplir de manera escrupulosa las medidas de seguridad (distancia social, mascarillas, geles, etc), es conseguir la inmunidad de rebaño de la población. Todas las vacunas son seguras y tienen sus indicaciones precisas. Los estudios y los ensayos clínico realizados avalan su seguridad y resultados. Cualquier incidencia que se produzca será estudiada al momento y se tomarán las decisiones precisas. Casi seguro que en lo próximos años tendremos que vacunarnos de varias cepas de la Covid-19 como lo hacemos cada otoño de la gripe.
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