María del Mar Velázquez: «No tengo dónde ir»

María del Mar Velázquez nunca pudo imaginar que acabaría en mitad de la plaza del Cabildo de Sanlúcar agarrando una pancarta y suplicando por una vivienda. Tiene 38 años y dos hijos menores . Siempre se ha ganado la vida en los cultivos de flor cortada, pero la crisis la dejó sin trabajo de un día para otro. Desde entonces, no ha parado de buscar un nuevo empleo, pero “nada, no hay nada”. La situación la llevó hace dos años a ocupar un piso en la calle Bolsa. Se trata de una finca, en el centro de la ciudad, embargada por el banco a su constructor, según la versión de la afectada y de los representantes de colectivos antidesahucio. Los pisos de este inmueble se encuentran a la venta en varios portales inmobiliarios y el banco ha decidido ejecutar la orden de desalojo . La primera en recibir la notificación del juzgado ha sido María del Mar, que guarda en una carpeta la orden que la pondrá mañana a primera hora en la calle.

La mujer lleva demasiado tiempo con esta presión a cuestas y aguanta a golpe de ‘yurelax’, un relajante muscular que le sirve también para rebajar la ansiedad. Los vecinos se han concentrado este lunes en mitad de la plaza del Cabildo para que el Ayuntamiento mueva ficha y aporte una solución a este problema. De hecho, los Servicios Sociales del Consistorio, gobernado por el PSOE, han ofrecido una alternativa temporal. Se trata de un alquiler social, pero es ella quien se lo tiene que buscar. El problema radica en que no hay nadie que quiera alquilar una vivienda a una persona que no tiene aval. De momento, a primera hora de la tarde de este lunes le llegaba a María del mar la noticia de que se había paralizado el desalojo y el caso estaba en manos de los Servicios Sociales.

Este drama social no es nuevo en Sanlúcar, uno de los municipios con más paro de la provincia. Las órdenes de desahucio también pesan sobre pisos de la zona de Bonanza, de la calle Alcoba y del carril de Los Ángeles, sin embargo, los lanzamientos se han podido contener. Ahora le toca a Amaría del mara, pero sus propios vecinos dicen que mañana pueden ser ellos los que reciban la notificación del juzgado.

« No tengo otro sitio dónde ir ». Esta es la frase que ha repetido una y otra vez María del mar mientras trataba de ordenar papeles en la vivienda. Su pareja trabaja en el campo y los 300 euros de media que reúne al mes entre jornales es para comer. La oposición política en el Consistorio ha destacado que Sanlúcar aprobó en pleno ser municipio libre de desahucios.

Según la afectada, se ha intentado negociar con el banco la posibilidad de llegar a un alquiler social por la vivienda ocupada, pero el resultado ha sido negativo. El juzgado ha tramitado el expediente y la orden es firme, aunque se ha dado un plazo de, al menos, dos meses, para dar una alternativa definitiva.