Parados del metal extienden sus protestas a San Fernando y reclaman trabajo en Navantia
Los desempleados protagonizan otra entrega simbólica de curriculums para optar a la obra de las corbetas y de los petroleros
Los concentrados tenían la mirada puesta en el antiguo presidente del comité de empresa de La Isla y ahora jefe de Recursos Humanos, José Antonio Oliva
Protestas esta manñana en San Fernando
Las protestas de los parados del metal siguen activas. Medio centenar de ellos se ha concentrado esta mañana en las puertas del astillero de San Fernando para realizar una entrega simbólica de curriculums a los responsables de producción de la factoría. En este caso, las miradas de los desempleados se dirigían al jefe de Recursos Humanos de la factoría isleña, José Antonio Oliva , que fue presidente del comité de empresa del astillero entre 2005 y 2015. Los parados se plantaron a primera hora de la mañana en la puerta principal de acceso a La Carraca. No es la primera medida de presión que llevan a cabo. La Coordinadora de Parados del Metal ya protagonizó el pasado lunes otra protesta en el astillero de Puerto Real donde repartieron también curriculums entre los jefes que accedían a la planta.
Los desempleados quieren demostrar con estas acciones que «no es oro todo lo que reluce» con la obra de los petroleros que se lleva a cabo en las instalaciones de Puerto Real. Denuncian que la construcción de los barcos está en manos de las empresas auxiliares y son esas subcontratas las que se encargan de manejar el contingente de trabajadores necesarios para cada faena. En ese sentido, Antonio Muñoz , uno de los portavoces de la Coordinadora, lamenta que la industria auxiliar no haya ampliado plantilla para abordar la obra de los petroleros. En estos momentos, la factoría puertorrealeña trabaja a contrarreloj a tres tunos para cumplir con los tiempos de entrega fijados en el contrato de los petroleros. Así, el primer buque, el ‘ Monte Udala ’, se entregará el próximo diciembre al armador Ondimar, encargado de esta operación para el grupo vasco Ibaizábal . La Coordinadora de Parados del Metal insiste en que hay faena para todos, «pero las subcontratas prefieren pagar horas extras antes que ampliar el cupo de la plantilla».
Los desempleados seguirán con sus movilizaciones hasta que la industria auxiliar mueva ficha y amplíe las contrataciones. No se descarta que la siguiente concentración sea en el astillero de Cádiz o frente a las puertas de Dragados Offshore .
LA VOZ publicó hace dos semanas un reportaje en el que se dejó constancia como grupos de parados montan guardia a diario en los alrededores de la factoría de Puerto Real buscando empleo. Se trata de parados de larga duración, muchos de ellos con más de 45 años, que aguardan al raso la llegada de los jefes de producción o de los encargados de sección para entregarles en mano su curriculum y optar así a un puesto de trabajo. La lista de aspirantes es larga. Las expectativas que se ciernen sobre Navantia y Dragados Offshore han provocado un efecto llamada entre los desempleados del metal. Los polígonos del Trocadero y de La Cabezuela se han convertido en foco de atención de estas personas, que aspiran a trabajar en las obras que se ejecutan en astilleros. Todo apunta a que el contrato de las cinco corbetas para Arabia es inminente y los parados quieren formar parte de la plantilla para su construcción. Este ha sido uno de los motivos de la protesta de esta mañana.
La obra de los cuatro petroleros de la serie Suezmax , encargados a Navantia por el armador Ondimar para el grupo vasco Ibaizábal, arrancó oficialmente en abril del año pasado. Desde entonces, la actividad en la planta puertorrealeña no ha cesado con el corte de chapa y el ensamblaje de los primeros bloques de acero. La obra sigue su curso y es a partir de esta primavera cuando entra en una fase de máxima producción con el montaje de los barcos en el dique. De hecho, la estructura del primero de ellos ya emerge y es perceptible desde el cruce del Río San Pedro. La pasada semana se colocó su motor en la sala de máquinas.
No hay que olvidar que Navantia subcontrata buena parte de las secciones de los barcos y es en este punto, precisamente, donde las empresas auxiliares juegan un papel determinante en el fichaje de la mano de obra. La coordinadora de desempleados exige que se echen menos horas extra y se abra la mano a la contratación, algo complicado, ya que el precio de los petroleros es muy ajustado y su margen de beneficio es mínimo. El astillero coreano de Daewoo es el que pilota este proyecto naval y el que ha puesto las condiciones.
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