Inmaculada Nieto (Adelante Andalucía): «El andalucismo tiene arraigo, pero no como expresión nacionalista»

Fran M. Galbarro

28/02/2021
Actualizado a las 10:00h.

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- ¿Cómo recuerda el 28 de febrero de 1980 y qué significa para usted?

Era una niña y no tengo un recuerdo como tal, pero comparto como andaluza el orgullo colectivo por el hito histórico que supuso. Después de las movilizaciones multitudinarias del 4D, el 28F comenzaba la andadura institucional de nuestras aspiraciones de autogobierno.

- ¿Qué ha cambiado en Andalucía desde entonces?

Negar los avances sería absurdo, pero también lo sería obviar que aún nos lastran índices de pobreza o desigualdad que nos mantienen alejados de otros territorios.

- 40 años después Andalucía es la comunidad con más paro de España. ¿Qué ha fallado?

Sin duda nuestro modelo productivo. Los sectores que más aportan a nuestro PIB son también los más afectados por la temporalidad y la precariedad. El desmantelamiento industrial en favor de una economía basada en el sector servicios o la construcción nos ha hecho mucho daño.

- En los últimos años hemos vivido la irrupción de partidos como Teruel Existe. ¿Cree que, tal y como está configurada hoy la relación de fuerzas, se saca más provecho para una comunidad con un partido de corte regional?

No, no lo creo. Otra cosa es abordar serenamente si el estado de las autonomías está superado y si deberíamos caminar hacia una fórmula distinta de distribución territorial del poder, los recursos públicos y las competencias. Atomizar los problemas y enfrentar territorios es una mala idea. Precisamente hay que fomentar la colaboración y la solidaridad, fortaleciendo un modelo de país con justicia social, que genere mejores condiciones de vida y trabajo para todos sus habitantes, vivan donde vivan.

- ¿Cree que existe conciencia andalucista? ¿Es necesario reivindicar más autonomía cuatro décadas después?

Sí creo que el andalucismo tiene arraigo, aunque más como sentimiento común que como expresión política nacionalista. Somos un pueblo mestizo y abierto, y nuestras reivindicaciones siempre han sido materiales, de mejoras concretas para nuestra tierra y nuestra gente, pero muy alejadas de exclusiones o del independentismo.

Nuestro Estatuto recoge competencias aún no desarrolladas, y más allá de esto hay un horizonte federal que recorrer a futuro. No tiene sentido que cuestiones estratégicas como servicios públicos, suministros, vivienda o política industrial estén fragmentadas. El marco básico estatal es imprescindible para evitar inequidades y dar sentido al conjunto del país. Pero no puede ser utilizado por el gobierno andaluz como parapeto para no asumir sus responsabilidades.

- En los últimos meses se ha consumado la ruptura de Adelante Andalucía, una organización que aglutinaba a fuerzas de izquierdas y andalucistas. ¿Cómo resumiría al lector los motivos de esa ruptura?

Se trataba de una coalición electoral impulsada fundamentalmente por Izquierda Unida y Podemos. Lamentablemente, otras organizaciones y personas muy relevantes de la coalición decidieron trabajar al margen de IU y Ps, pero desde dentro de ese espacio que hasta entonces compartíamos. Ha sido doloroso tener que formalizar y constatar en las instituciones la ruptura, pero también es esclarecedor para nuestra militancia y las personas que nos votan. Es legítimo que cada cual siga el camino político que mejor considere, e IU y Ps seguimos trabajando juntas como dos organizaciones hermanas, construyendo una alternativa de gobierno para Andalucía sin vetos, sin imposiciones y con lealtad a nuestros acuerdos y a las decisiones de nuestras bases.

- ¿Qué cree que supondrá la pandemia para Andalucía?

Es devastadora en todos los ámbitos. Ha dejado al descubierto la debilidad de nuestros servicios públicos, la fragilidad de los principales sectores económicos andaluces y la gravedad de la situación de miles de casas de familias, autónomos y pymes. Vivimos lo peor de nuestra historia reciente con el peor gobierno andaluz posible. Ahora que toca movilizar todos los recursos públicos disponibles y ponerlos al servicio de quienes peor lo están pasando, el gobierno de las derechas presume de haber logrado superávit en el año 2020. Nos preocupan los fondos europeos y su destino en nuestra tierra. Las prioridades del gobierno andaluz no tienen nada que ver con las dificultades que se están sufriendo a pie de calle y las que aún están por venir.

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