CRISIS POR EL CORONAVIRUS

Duelo en soledad

Las funerarias gaditanas doblan sus esfuerzos a la hora de transmitir calor y humanidad en entierros sin velatorios

El coronavirus y el estado de alarma acaban con el tránsito familiar previo al sepelio; no se permite el contacto y solo un cortejo mínimo hasta el cementerio

Las medidas para el traslado de féretros se han extremado desde que estalló la crisis del coronavirus EFE

Javier Rodríguez

No hay consuelo. Tampoco abrazos, ni besos ni siquiera un apretón de manos que transmita el sentimiento profundo de pesar por la muerte de un familiar o de un amigo . Solo hay pena y lágrimas de impotencia. Desde luego no vivimos el mejor momento para morir, nunca lo es, pero ahora, si nos toca, lo hacemos en la más estricta soledad. Sin amigos y sin familia. Paradojas del destino.

La declaración del estado de alarma en nuestro país el pasado 15 de marzo como consecuencia de la pandemia de coronavirus ha cambiado el último adiós que damos a nuestros difuntos y ha puesto en un serio aprieto emocional a las empresas gaditanas de pompas fúnebres. Los trabajadores de los veinte tanatorios de la provincia son quienes tienen que transmitir el calor más humano a los familiares de los muertos ante la imposibilidad de velar a sus seres queridos,

El confinamiento y las restricciones de movilidad que sufrimos desde hace dos semanas y que se extenderán hasta el próximo 13 de abril, salvo que se decrete una nueva prórroga, impiden la celebración de los velatorios . El Gobierno ha prohibido la concentración de personas para evitar así el contagio y esta medida afecta de lleno a los tanatorios, donde se despedía al difunto antes de emprender el viaje definitivo. Además, el decreto del Gobierno incide especialmente en los fallecidos como consecuencia del coronavirus. Los muertos por la pandemia se marcharán sin el abrazo fraterno. El protocolo obliga a un entierro o incineración en solitario. El gerente de la red de tanatorios de Servisa en la provincia, Luis Piñero , reconoce que «nos ha tocado vivir una situación especialmente dura con las familias de los fallecidos y son los trabajadores de los tanatorios los que ofrecen cariño, emoción y sentimiento ante la soledad de las familias».

La provincia suma una media de 10.000 defunciones al año , concretamente en 2018, último dato del INE, el número de entierros en Cádiz ascendió a 10.485, es decir, 29 muertes al día . Los profesionales del sector consultados por LA VOZ reconocen que desde que comenzó el año se ha mantenido la estadística en la misma línea y no se ha incrementado en marzo con la irrupción del coronavirus.

Los trabajadores de los tanatorios despliegan cariño hacia unos familiares que no se pueden despedir de sus muertos

Piñero señala al respecto que las condiciones impuestas por el decreto del Gobierno son muy duras en caso de muerte por coronavirus ya que se activa un protocolo sanitario donde la funeraria se encarga del traslado de los restos y el acceso de la familia es muy ajustado y sin contacto. Solo está permitido una representación familiar mínima en el cementerio o en el tanatorio, en caso de que se opte por la incineración.

En ese sentido, fuentes del sector de las funerarias aclaran que la trazabilidad en el traslado de los rectos es perfecta y no hay lugar a error , ya que todo está identificado. El Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Anatomía Patológica no han encontrado evidencias sólidas que adviertan del riesgo de contagio por coronavirus a partir de cadáveres. Pese a ello, la mayoría de funerarias españolas han optado por no prestar ningún tipo de servicio de vela o ceremonia para los fallecidos por esta enfermedad.

Aunque el estado de alar ma decretado por el Gobierno no prohibe las celebraciones religiosas, sí impone restricciones para evitar concentraciones de personas. De hecho, han de tomarse medidas para que se respete la distancia mínima de un metro entre los asistentes. Uno de los primeros grandes focos de transmisión en España se registró en un funeral a comienzos de marzo en Vitoria, donde más de 60 asistentes resultaron infectados. 

Aspecto que presentaba este jueves el tanatorio de PuertoReal A TONIO VÁZQUEZ

En el caso de que la muerte sea natural o por otros motivos distintos al coronavirus, el protocolo ofrece la posibilidad de un pequeño cortejo hasta el cementerio y una despedida ‘in situ’, pero nunca un velatorio.

Según diversas empresas, las medidas adoptadas contemplan un refuerzo del personal de limpieza , la desinfección de las salas tras los servicios fúnebres, o establecimiento de una distancia de seguridad en los mostradores de la recepción de los tanatorios.

Un reto para las funerarias

La actual pandemia del coronavirus está suponiendo todo un reto para el sector funerario, en donde han de ser compatibles las medidas que buscan poner freno a la propagación del Covid-19, salvaguardar la seguridad de los trabajadores y también que las personas cercanas a los fallecidos, por esta o por otra circunstancia, se puedan despedir con todas las garantías. Ante este reto, el sector está llevando a cabo diferentes iniciativas que pasan por celebrar, una vez pasada la cuarentena, la ceremonia de despedida, así como otros servicios que buscan acompañar en el duelo en unos momentos difíciles que, ahora además, son sumamente complejos.

Algunas funerarias ya tomaron medidas antes de la declaración del estado de alarma, pero fue el fin de semana del 14 y 15 de marzo cuando se optó por eliminar de golpe los velatorios . A partir de entonces se ha permitido la presencia de un «círculo reducido de allegados» para despedirse del finado, en caso de la muerta sea ajena al coronavirus, por un tiempo máximo de 30 minutos. Una despedida que en ningún caso puede coincidir con otra . Los servicios de entierro e incineración, en todos los casos, se dan con total normalidad.

La provincia suma unas 29 muertes de media al día; en 2018 hubo 10.485 defunciones

El gerente de Servisa en la provincia, Luis Piñero, destaca que aunque no se celebren velatorios «la logística y presentación del féretro sigue igual en nuestras instalaciones, es decir, se colocan también las flores y se ubica en una sala del tanatorio hasta la hora del entierro».

Servisa cuenta en la provincia con cuatro tanatorios (Cádiz, Algeciras, La Línea y Arcos) y ha reforzado sus servicios ante la situación de alarma sanitaria por la pandemia de coronavirus. Los procedimientos que se han establecido en esta empresa, tanto para sus propios trabajadores, que suman un contingente de 150 personas , como para la asistencia a las familias de todos los fallecidos, no solo los afectados por el Coronavirus, han permitido anticiparse a procedimientos que establece sanidad incluso por encima de sus propios intereses económicos.

Desde la empresa se destaca que «los trabajadores con una formación excelente fruto del trabajo en los últimos años, están actuando de una manera admirable y cuentan en todo momento con el apoyo y reconocimiento de la dirección de la empresa».

La empresa, muy ligada a la patronal del sector, está siendo pionera en muchos de los procedimientos que están siendo establecidos . «En momentos como los actuales en los que la población debe de contar con empresas que les informen y aconsejen en momentos tan delicados como los de la pérdida de un ser querido, prestando un servicio de la máxima calidad, respetando sus sentimientos y velando por la salud de los familiares», se destaca.

Esta funeraria alude «al Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo en el que se recoge la prohibición de todos los velatorios en Andalucía, independientemente de su celebración en instalaciones públicas o privadas». Servisa, seguirá prestando todos los servicios relacionados con su actividad, a excepción de los velatorios en sus tanatorios de la provincia, atendiendo a lo publicado por la Junta en el que se prohiben todos los velatorios tanto en instalaciones públicas como privadas.

La dirección de Servisa destaca que el féretro se coloca igual que si hubiera un velatorio

Por su parte, el cementerio mancomunado de la Bahía, Cemabasa, en Chiclana, informó también de la suspensión de los velatorios en los cementerios que gestiona (Chiclana y Puerto Real) tras el acuerdo adoptado por el Gobierno andaluz el pasado 20 de marzo y ante la evolución que está teniendo la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. De esta forma se ha restringido la asistencia para enterramientos o cremaciones a los familiares más cercanos al difunto, guardando las distancias mínimas de seguridad. Sin perjuicio de que una vez finalizada las restricciones decretadas por el estado de alarma, se puedan realizar los actos y homenajes a los fallecidos que les haya afectado esta situación.

Desde Cemabasa explican que, según se publicó en el Boletín Oficial del Estado BOE el pasado domingo 22 de marzo, con objeto de poder dar destino final a los cadáveres con la mayor agilidad, se considera necesario que en el momento actual no se aplique la necesidad de que transcurran veinticuatro horas desde el fallecimiento hasta la concesión de la licencia de enterramiento. Esta medida excepcional y temporal se aplicará a todos los cadáveres , independientemente de la causa del fallecimiento, manteniéndose durante toda la vigencia del estado de alarma, lo que incluye sus posibles prórrogas.

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