INDUSTRIA NAVAL

El astillero de Puerto Real se queda seco

La factoría entra en una fase de inactividad tras culminar los tres proyectos offshore y aplazar la obra del crucero ‘Victory’ a agosto

Javier Rodríguez

Los peores presagios se han cumplido para el astillero de Puerto Real. La ausencia de vehículos en su aparcamiento revela que la carga de trabajo en las instalaciones es ya mínima. A mediados del pasado enero, el comité de empresa de la factoría realizó un ... plante reclamando más actividad para la factoría . La culminación de los tres proyectos offshore que tenían entre manos dejaba entonces la actividad industrial en fase crítica, es decir, el mayor astillero de la Bahía se quedaba solo para cortar parte de los bloques de las corbetas que se fabrican en la planta de San Fernando y para armar la nueva puerta del dique cuatro que se instalará este verano en el astillero de Cádiz.

La propuesta de carga a corto plazo no era en absoluto suficiente para mantener con vida un astillero en el que trabajan a diario una media de 1.000 personas, incluida la plantilla de la industria auxiliar. El trabajo, por tanto, que ha mantenido con oxígeno a la planta durante los últimos doce meses toca a a su fin, y Navantia, de momento, no ha reasignado nuevos proyectos para cubrir el vacío que le toca vivir a partir de ahora a la planta puertorrealeña . La primera carga de trabajo no llegará, por tanto, hasta agosto con la reforma del crucero de Carnival, el 'Victory'. Posteriormente, llegará la construcción del séptimo BAM para la Armada, cuya previsión se fía para primeros de 2022.

La única carga que tiene entre manos es el corte de chapa de las corbetas y el remate de la puerta el dique cuatro de Cádiz

Navantia había depositado su confianza en la obra puente del 'Victory' para cubrir el vacío hasta la adjudicación del BAM , pero el armador del crucero decidió aplazar la intervención hasta el verano, lo que ha trastocado los planes iniciales.

Este crucero lleva en la Bahía de Cádiz desde que estalló el estado de Alarma y su futuro ha estado en la cuerda floja como consecuencia de los efectos de la pandemia. Llegó al astillero de Puerto Real para una transformación integral , pero el estado de alarma abortó esta inversión, cifrada en unos 170 millones de euros. El crucero estuvo en el muelle de armamento del astillero puertorrealeño hasta el tercer trimestre de 2020, en que se desvió a Cádiz. Precisamente, Carnival lo salvó en octubre del desguace y retomó el plan inicial para su reforma total. Desde entonces, permanece en el astillero de la capital, donde se le han ejecutado varias obras en las cubiertas.

Todo estaba preparado para que el barco abandonara en marzo de este año las instalaciones del astillero gaditano para entrar en el dique de Puerto Real, donde se llevará a cabo esta importante obra, sin embargo, Carnival ha decidido aplazar hasta agosto la operación. No han trascendido los motivos que han llevado al armador del barco a retrasar sus planes, pero todo apunta a que el negocio de los cruceros sigue en el aire debido a la incertidumbre que pesa sobre la navegación y atraque de estos colosos del mar. El coronavirus ha propinado un durísimo golpe a los viajes en barco y los efectos económicos para las compañías han sido letales. Llevan meses ajustando balances e inversiones para hacer frente a las pérdidas y es posible que el aplazamiento de la reforma del ‘Victory’ hasta agosto esté relacionada con la estrategia económica de Carnival para el próximo verano. De cualquier forma, según ha podido saber LA VOZ, la obra sigue adelante, pero no de forma inmediata. La previsión es trasladar el barco de Cádiz a Puerto Real el próximo verano.

La segunda gran obra que aguarda la planta es la construcción del séptimo BAM, que no será posible hasta primeros de 2022

Esta situación deja en fuera de juego al astillero de Puerto Real, que se queda ahora sin carga de trabajo . La planta puertorrealeña culminó a finales del año pasado los tres encargos offshore que tenía entre manos y sigue con el corte de bloques de las corbetas saudíes que se montan en la planta de San Fernando, pero esta carga resulta mínima para mantener un astillero de la envergadura de Puerto Real. De hecho, la tercera corbeta saudí se botó el pasado fin de semana y las tareas de corte de bloques para las dos restantes han entrado en recta final. La única esperanza de mantener con vida el astillero estaba depositada en la reforma del 'Victory'. .

El astillero más perjudicado y con el agua al cuello es, precisamente, el de Puerto Real. Los tres proyectos eólicos que tenía entre manos han ido acabando de manera gradual desde el pasado verano. Por un lado, estaba la construcción de veinte soportes para un parque eólico marino en Escocia. Se trataba de 20 ‘upper’ jackets para el parque eólico Moray Firth Offshore East, en Escocia.

El segundo encargo que ha terminado Puerto Real ha sido la construcción de una subestación eléctrica para la noruega Equinor Energy, que servirá para dar cobertura al complejo petrolífero de Johan Sverdrup, en el Mar del Norte. En esta obra han participado 350 personas durante 25 meses.

El tercer contrato eólico que ha afrontado el astillero ha sido la construcción de una jacket flotante . Este contrato se ha llevado cabo en el astillero gallego de Fene (A Coruña). La empresa pública se adjudicó esta obra junto a Windar. Las cinco unidades están destinadas al campo Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido). Navantia decidió que una de estas cinco unidades se construyera en Puerto Real.

Inquietud por los cambios

Todo ha concluido y ahora, distintas fuentes consultadas por LA VOZ, temen que los cambios que se han realizado en la cúpula de la empresa retrasen aún más la toma de decisiones para favorecer carga de trabajo a Puerto Real. Como se recordará, hace dos semanas, Navantia cambió a los directores de los astilleros y recompuso su organigrama de gestión. El director de la unidad de negocio de Navantia Puerto Real-San Fernando, Javier Herrador , dejó su puesto en la Bahía para asumir en Madrid la Dirección Comercial y Desarrollo de Negocio de la empresa pública. Su cargo como responsable de ambos astilleros lo ha asumido el hasta ahora jefe de la planta de San Fernando, José Antonio Rodríguez Poch , actual responsable de Defensa de la Bahía y del programa de las corbetas saudíes Avante 2200.

Herrador, que se incorporará al Comité de Dirección de Navantia, tiene una larga experiencia en la compañía. Desde 1997 ha desempeñado puestos en las áreas de Ingeniería e Innovación, Comercial y Operaciones y Negocios y en los últimos dos años ha ejercido de director de las factorías ubicadas en San Fernando y Puerto Real.

Los empresarios temen ahora que la cadena de cambios en la dirección de Navantia dilate aún más la llegada de nuevas obras

Los relevos en la dirección de los astilleros gaditanos se producen seis meses después de que cambiara la presidencia de la compañía. En octubre de 2020, Belén Gualda sustituyó al frente de Navantia a Susana de Sarriá. Sin embargo, el movimiento de fichas no ha terminado en la dirección de los astilleros públicos. Este martes, el Consejo de Gobierno nombró presidenta de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) a Belén Gualda, hasta ahora presidenta de Navantia, lo que significa que habrá que buscar un nuevo ejecutivo para los astilleros públicos que, en el plazo de dos años, han v cambiar dos veces de líder.

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