INDUSTRIA

Airbus y Alestis negocian su plan de ajuste bajo una tensa tregua

Las medidas sociales de prejubilación, bajas voluntarias y excedencias pactadas están muy condicionadas a la evolución futura del negocio

Manifestación el pasado julio en Cádiz en favor de la industria aeronáutica FRANCIS JIMÉNEZ

Javier Rodríguez

Las dos grandes industrias aeronáuticas, Airbus y Alestis , con cuatro factorías en la Bahía de Cádiz, mantienen las espadas en alto sobre el futuro más inmediato de su plantilla. Ambas compañías frenaron temporalmente sus planes de ajuste laboral a finales del pasado ... septiembre a la espera de negociar medidas sociales que eviten los despidos previstos. Las conversaciones entre la dirección y los distintos comités intercentros siguen adelante con el objetivo de estructurar un recorte de plantilla a golpe de prejubilaciones, bajas incentivadas y excedencias. Sin embargo, el acuerdo, por ahora, se prevé complicado debido a las diferencias surgidas a la hora de articular esas salidas y, sobre todo, de garantizar el empleo sin la sombra futura de una reconversión traumática.

Si analizamos los supuestos de ambas empresas nos encontramos que, en el caso de Airbus, el gigante aeronáutico implantó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) entre los meses de junio y septiembre para un total de 3.179 trabajadores de su división civil en España. La medida era consecuencia de la bajada de producción que se advertía en todas las factorías por el impacto de la pandemia de coronavirus. El origen de esta caída de la actividad industrial venía motivada por la cancelación de nuevos pedidos de las aerolíneas comerciales. La imposibilidad de volar y las posteriores restricciones de los vuelos domésticos han puesto en la picota el negocio aeronáutico. Airbus, principal fabricante de aviones en Europa, activó entonces un plan de contingencia en su división civil con un ERTE que afectó a 490 trabajadores de su planta de Puerto Real. Sin embargo, las medidas laborales de contención no fueron suficientes y la dirección de la compañía puso sobre la mesa el despido de 15.000 trabajadores en sus factorías europeas, de los que 900 correspondían a las plantas españolas. El impacto en la Bahía se traducía en 151 despidos en la planta de Puerto Real y de 135 a la del CBC, en El Puerto.

Las propuestas del gigante de la aeronáutica no recogen ningún guiño a favor de la viabilidad de factorías como la de Puerto Real

La presión social y política llevó a Airbus el 30 de septiembre a frenar 'in extremis' este plan para firmar una tregua con los agentes sociales para consensuar medidas no traumáticas que tiendan a recortar plantilla y ajustarla a las nuevas necesidades de producción que impone la crisis del coronavirus. Desde entonces, la dirección de Airbus y los representantes de los comités de empresa de las factorías civiles y militares de nuestro país: Getafe (Madrid), Illescas (Toledo), Puerto Real (Cádiz), Tablada (Sevilla), San Pablo (Sevilla), CBC-Bahía de Cádiz (El Puerto) y Albacete han negociado una serie de medidas que incluyen prejubilaciones a partir de los 59 años, bajas voluntarias para el personal con contrato indefinido y excedencias voluntarias incentivadas.

Pero no es oro todo lo que reluce. El sindicato UGT se niega a firmar una propuesta que, de momento, no incluye garantías de mantenimiento de todas las plantas españolas y, en especial, de la de Puerto Real, señalada por la propia dirección de Airbus por sus dificultades futuras de viabilidad. Según ha podido saber LA VOZ, Airbus podría implantar un ERTE en Puerto Real desde el próximo 1 de noviembre al 31 de marzo de 2021, mientras que la regulación temporal de empleo prevista para la factoría portuense del CBC sería del 1 de noviembre al 31 de diciembre de 2021. La explicación sobre la diferencia de extensión del ERTE entre una y otras es que todo apunta a que la fabricación de aviones civiles inicie su remontada a partir de la primavera del año que viene , en especial la del modelo A-320.

Incertidumbre y temor

Los temores de UGT sobre la planta de Puerto Real, que suma 32 años de historia en la Bahía, no son infundados. La planta, de 68.390 metros cuadrados, fue inaugurada en octubre de 1988. Uno de los momentos más dulces de la factoría puertorrealeña se vivió entre 2003 y 2004 cuando arrancó la producción del superjumbo A380 y la factoría se encargó de la construcción de su estabilizador y del timón de cola. Este hito convirtió a la planta gaditana en pieza clave para relanzar la nueva joya de la corona de Airbus, sin embargo, en 2019, la dirección de la compañía se vio obligada a retirar este programa de su oferta comercial por falta de clientes.

El último en echar más leña al fuego sobre el futuro de la planta de Puerto Real ha sido Manuel Huertas , presidente de Airbus Operations en España, que reconoció el pasado junio que la crisis económica provocada por el coronavirus había hecho que la compañía planteara recortes en España. Una situación que el directivo calificó como muy «crítica», sobre todo en la planta de Puerto Real, debido a sus singulares características.

Los sindicatos advierten de que las salidas voluntarias en Alestis no alcanzan, por ahora, los 440 empleos que pertende recortar la compañía

Un escenario más complicado si cabe se dibuja sobre uno de los principales proveedores de Airbus, la compañía Alestis Aerospace , con dos plantas en Cádiz, una en Puerto Real y otra en El Puerto. El grupo Aciturri, principal accionista de esta empresa, implantó un ERTE entre junio y septiembre para el 80% de su plantilla en las cinco plantas españolas: dos en Sevilla, una en Vitoria y dos en Cádiz. Sin embargo, la caja de los truenos estalló a mediados de septiembre , dos semanas antes de expirar el ERTE, cuando la compañía anunció un ERE para 582 empleados en España, de los que 233 correspondían a Cádiz (182 a la planta de Puerto Real y 51 a la de El Puerto). El anuncio desencadenó una jornada de protestas que colapsaron la Bahía y una huelga indefinida, que se mantuvo hasta que la dirección de la compañía y los agentes sociales lograron un preacuerdo mediante el cual se frenaba el despido colectivo y se fijaban las bases para reducir de manera no traumática 440 empleos en las factorías españolas. Alestis presentó un plan con prejubilaciones a partir de los 58 años, bajas pactadas y excedencias. Este principio de acuerdo ha tranquilizado las aguas, pero no las ha llevado definitivamente a su cauce.

Desde el pasado 1 de octubre hasta el próximo día 22 la mesa negociadora tiene abierta la lista para que los trabajadores que quieran se inscriban en alguna de las modalidades establecidas para abandonar la empresa , sin embargo, el problema, según fuentes sindicales, radica en que no se va a llegar a la cifra fijada por la empresa de 440 salidas. ¿Qué pasará entonces? Los sindicatos lo tienen muy claro y no aceptarán un ajuste traumático de plantilla. «Cualquier solución pactada, menos un ERE·. De momento, la compañía firmó un nuevo ERTE el 1 de octubre hasta el 31 del mismo mes con el objetivo de madurar el preacuerdo y calmar los ánimos. El 28 de octubre se sabrá en qué situación queda el plan social. Los sindicatos quieren que el ERTE se extienda hasta el 31 de enero de 2021 y no se contempla por su parte despidos. Otra cosa bien distinta es lo que decida la empresa una vez terminada la tregua y estudiada la situación de futuro.

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