Desde la primera fila del palco real, Manolo Santana asistió al triunfo de Rafael Nadal sobre el chipriota Marcos Baghdatis por 6-1, 7-5 y 6-3 en dos horas y 26 minutos. El mallorquín disputará el domingo (15.00 horas) una final siempre soñada por él, aunque al mismo tiempo inesperada. Nadal intentará frente al tricampeón Roger Federer, que se impuso al sueco Jonas Bjorkman por 6-2, 6-0 y 6-2, repetir la hazaña que hace 40 años consiguió Santana, adjudicándose el triunfo en Wimbledon tras derrotar al estadounidense Dennis Ralston. El madrileño, campeón en 1966, celebró este nuevo éxito del balear. «Es como un terremoto en la pista», comentó.