TEMAS DEL DÍA

El ladrillo da síntomas de debilitamiento y limita el crecimiento económico de Cádiz

La provincia mantiene aún un mayor nivel de desarrollo que la media andaluza El comercio exterior y la fuerte actividad financiera tiran de la actividad gaditana

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El esperado, a la vez que temido, debilitamiento de la construcción empieza a dar señales en la provincia. Los principales indicadores de la vitalidad del ladrillo sufrieron una notable caída el pasado año y con ello, dieron muestras de que el negocio ha empezado a enfriarse en Cádiz. Según el último informe de Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios perteneciente a Unicaja, la provincia progresó un 3,5% entre enero y marzo, levemente por encima de la media andaluza pero a distancia de otras como Huelva o Sevilla, cuyo desarrollo rondó el 4%.

El consumo de cemento, las viviendas visadas (certificadas antes de la entrega) y la obra civil se desinflaron entre 2005 y los primeros meses del año y sólo las viviendas iniciadas se incrementaron tímidamente, pero muy por debajo de las terminadas y lejos ya de las desenfrenadas subidas de los años anteriores.

Efecto lento

Sin embargo, estos primeros visos de ralentización del mercado inmobiliario y la actividad constructora no se han visto reflejados todavía en una menor contratación financiera. Hipotecas y créditos bancarios volvieron a marcar una gran escalada en el primer trimestre, sobre todo este último producto, que aumentó un 30% con respecto al primer trimestre de 2005.

El consumo interno sigue siendo, por lo tanto, uno de los ejes básicos del crecimiento de la economía tanto gaditana como española, como también se refleja en el despunte de las importaciones: la provincia compró al exterior entre enero y marzo un 27% más que en este periodo del pasado ejercicio.

Esta fuerte demanda interior se compensó, a diferencia de muchos otros meses, con un impulso extraordiario a las exportaciones, que crecieron el doble que las importaciones (un 60%), aunque en cifras brutas siguen por debajo: 1.905 millones de euros en compras por 1.563 millones en ventas.

Otro de los ámbitos que mantienen su buena forma es el turismo, aunque su desarrollo en el primer trimestre no siguió el fuerte ritmo marcado a nivel andaluz. El constante descenso de visitantes y pernoctaciones de extranjeros disminuyó el empuje del sector -a diferencia de la tendencia de la Comunidad-, pero el negocio nacional salvó el trimestre y las personas alojadas y las estancias nocturnas subieron un 2,6% y 4,3%, respectivamente. Esta tendencia positiva es destacable porque supone un avance, aunque leve, en la reducción de la estacionalidad.

Este balance favorable también incidió en el paro del sector servicios, que bajó al igual que en la agricultura y la industria, aunque en estas dos últimas actividades también disminuyó el volumen de ocupados. Esta doble reducción se debe a la fuga de trabajadores activos a la construcción, que, sin embargo, no fue capaz de absorber este aumento de demanda laboral y experimentó una escalada de desocupación del 15%.