A la conclusión del partido amistoso ante Croacia, Luis Aragonés destacó dos grandes virtudes de la selección española, ambas directamente relacionadas. Por un lado, se refirió a la fortaleza mental del equipo para superar el autogol de Pablo Ibáñez y lograr la remontada en el descuento. Por otro, ensalzó el despliegue físico de la roja, cuyos jugadores terminaron el partido pidiendo más guerra mientras sus rivales, unos tiarrones con una condición física de base muy superior a la de los españoles, pedían la hora, ya sin resuello.