¿Dónde habrá quedado ese Xerez Deportivo que maravilló y batió records durante la primera vuelta del campeonato? ¿Se habrán perdido en una Rosaleda repleta de almas xerecistas que volvieron a casa con la mosca detrás de la oreja por el conformista empate ante el filial malacitano? ¿O quizá fuera en el gélido Valdebebas donde se esfumaron unos jugadores que parecían tener la Primera División al alcance de la mano? El misterio se olvidará en la historia de un equipo que este año no podrá disfrutar con más sueños de ascenso.