El PP niega su aval a Zapatero para hablar con ETA porque desconfía de la banda
Los populares consideran que no se ha constatado el abandono definitivo de las armas y de la violencia Rubalcaba anuncia que la policía ha comprobado que el alto el fuego es «completo y real» y ofrece a los populares todos los datos que confirman el cese de actividades
Actualizado: Guardar«Zapatero no va a negociar nada con los terroristas en nombre del PP». Con estas palabras, el secretario general del PP, Ángel Acebes, constataba ayer el rechazo de los populares a la apertura de un diálogo con ETA y trasladaba a los medios de comunicación la decisión del comité de dirección del primer partido de la oposición de no acompañar al presidente del Gobierno en el proceso de diálogo que anunció el pasado domingo en un acto de partido.
La advertencia es consecuencia de la diferencia de diagnóstico que separa al partido opositor de la percepción de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha dado por concluida la comprobación del alto el fuego de ETA. Para los populares, sin embargo, todavía «no se ha verificado» que el abandono de las armas sea definitivo.
En respuesta a estas dudas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció ayer que las fuerzas de Seguridad han constatado la veracidad del alto el fuego permanente anunciado por ETA hace dos meses. «El alto el fuego es completo y real», sentenció, y emplazó a los responsables del partido de la oposición «donde y cuando quieran» para facilitarles todos los datos que confirman ese cese «completo y real» de actividades.
Pero en el Partido Popular no dan su brazo a torcer. «No tiene nuestro apoyo para abrir una negociación con ETA», insistió el portavoz del comité de dirección popular, que reiteró que el PP sólo respalda a Zapatero para acabar con la banda terrorista y comprobar que ha tomado la decisión irreversible de abandonar las armas. Como el partido conservador considera que la reciente entrevista de ETA en el diario Gara y los actos de kale borroka demuestran que ese paso no se ha dado, asegura que «no se dan las circunstancias» para entablar conversaciones con los etarras y defiende que «no se puede dar ningún paso más». «No hay pruebas ni indicios» de que la banda tiene voluntad de dejar las armas definitivamente, según Acebes.
Molestos
El anuncio de Rodríguez Zapatero en el mitin socialista del domingo de que ha concluido la verificación del alto el fuego molestó profundamente al PP. En la reunión de maitines que convoca a los pesos pesados del partido, Mariano Rajoy se quejó de que el presidente del Gobierno no le comunicó tal cosa en las conversaciones telefónicas que ambos mantuvieron en los últimos días. Según explicó Rajoy a sus colaboradores, el líder de los socialistas le adelantó que acudirá al Parlamento después del debate del estado de la Nación y, previamente, convocará la comisión de seguimiento del Pacto Antiterrorista.
«No le dijo nada del anuncio que hizo en Baracaldo, es obvio que no hay reciprocidad ni lealtad», denunció uno de los asistentes a maitines. «Si se quiere ir de la mano hay que pactar estrategias conjuntas», apuntó la misma fuente, pero señaló que «de eso no hay nada porque Zapatero ni siquiera le da información». La misma fuente explicó que Rajoy desconfía de su interlocutor y siente que «cada vez que habla con él le engaña o no le dice todo».
En la rueda de prensa posterior a la reunión del comité de dirección, Acebes criticó la forma en la que Zapatero anunció la apertura del proceso de diálogo con ETA y le acusó de utilizar el terrorismo de forma «partidista» y «electoralista». «Nunca pensamos que iba a hablar en un mitin de su partido y envolverse en la bandera del PSOE», confesó, y censuró que el presidente del Gobierno haya elegido tal escenario para hacer «el anuncio más importante» que puede haber sobre el terrorismo.
Según el diagnóstico que hace el PP, la reciente entrevista de los portavoces de ETA en el diario Gara y las últimas declaraciones de Otegi explican la decisión de Zapatero de dar por concluido el proceso de verificación y anunciar la apertura del diálogo con la banda terrorista.
Además, algunos analistas que asesoran a Rajoy conceden mucha importancia a la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que refleja un amplio escepticismo de la población española ante el alto el fuego de ETA y un nulo impacto en la intención de voto a los grandes partidos. «Electoralmente, este acontecimiento no ha hecho mella en los ciudadanos y Zapatero tenía que hacer algo para que no pase desapercibido», explican fuentes de la dirección.
Amenazas y presiones
El número dos del PP fue más allá y recordó que el anuncio del jefe del Gobierno es posterior a las advertencias de Otegi y las exigencias de ETA en Gara, por lo que consideró «imprescindible» que Zapatero explique que su decisión «no tiene nada que ver con estas amenazas y presiones».
Mientras, Pérez-Rubalcaba, que no quiso desvelar los datos en poder de la policía y la Guardia Civil, señaló que el Ejecutivo «no cree necesario» pedir a la Secretaría de Estado para la Seguridad un nuevo informe de verificación del alto el fuego, ya que considera suficiente los tres elaborados hasta el momento y que apuntan a que la banda armada hasta ahora ha abandonado todas sus actividades. Sin embargo, aseguró que «seguiremos permanentemente atentos» a la evolución de la banda armada, ya que todavía «estamos ultimando el proceso de verificación».
El ministro del Interior, que ayer presidió en Madrid el Consejo de Gobierno de la Policía, aseguró que el Ejecutivo espera contar con el respaldo del PP para la negociación con ETA. Así, dijo «confiar» en ganarse el apoyo de los populares antes de la comparecencia de Zapatero en el Congreso y planteó mantener «reuniones bilaterales» con el PP sobre la verificación del alto el fuego, aunque no precisó si éstas tendrán lugar en el seno del Pacto Antiterrorista. «Hay tiempo suficiente» para ganarse el aval del PP, insistió el ministro, que restó importancia al hecho de que el presidente anunciara su comparecencia en el Congreso durante un mitin socialista.
El titular de Interior tampoco quiso valorar las declaraciones de Batasuna, que ayer aseguró que el proceso del paz está bloqueado por las actuaciones judiciales contra miembros de ETA. El ministro sólo se dirigió a la coalición ilegalizada para insistirle en que el «marco de actuación de los partido políticos es la Ley de Partidos» y recordarle que esta normativa «sigue en vigor» y el Ejecutivo «no piensa pedir al Parlamento su derogación».