Carod-Rovira invita a sus socios de PSC e ICV a dejar el tripartito si están incómodos
La dirección de ERC aprueba mantener el voto negativo en el referéndum del Estatuto catalán, pero anuncia que se abstendrá en el Senado para no retrasar su celebración Socialistas e Iniciativa estudian adelantar las elecciones tras la consulta popular de junio
Actualizado: GuardarNo hubo sorpresas. El consell nacional de ERC ratificó ayer por «unanimidad» la propuesta aprobada el viernes por la ejecutiva del partido de votar 'no' en el referéndum del Estatuto catalán del próximo 18 de junio, complicando aún más la situación. Sin embargo, Josep Lluis Carod-Rovira aseguró que esta decisión no tiene por qué perjudicar la continuidad del tripartito e invitó al PSC e ICV a abandonar el Gobierno si se sienten «incómodos» con los independentistas en la Generalitat.
La dirección del partido republicano oficializó el 'no' impuesto por las bases en medio de aplausos, pero de forma «tranquila, plácida y unitaria», como «no se recuerda en la historia de ERC», según explicó Carod-Rovira. El presidente de Esquerra defendió la decisión «soberana» de ERC de votar 'no' en la consulta popular del Estatuto y pidió «respeto» a sus dos socios de Gobierno del mismo modo que «nosotros ni agredimos, ni insultamos, ni descalificamos» al PSC e ICV-EUiA por «dar el sí» al acuerdo sobre el 'Estatut' alcanzado entre Zapatero y Artur Mas.
Añadió que el tripartito «es nuestro gobierno» y advirtió a los socios del Ejecutivo de que si «no les gusta» la postura de ERC, «hay otras fórmulas». «Si alguien está incómodo en un sitio se va, si alguien se siente incómodo en el Gobierno con ERC, que se vaya y respete nuestra posición. Nosotros queremos continuar en el Gobierno, pero no cambiaremos de ideas para permanecer en él», dijo.
Por este motivo, Carod-Rovira aseguró ayer que en la reunión del consell nacional nadie defendió la ruptura del tripartito y el adelanto de las elecciones autonómicas, y recalcó que en su grupo «no vamos a flagelarnos pidiendo salir del Gobierno».
Discrepancias
Es más, expresó su convencimiento de que ERC está «cómoda» en el Ejecutivo presidido por Pasqual Maragall, una posición que sin embargo no comparten todos los militantes y cuadros intermedios de la formación independentista. De hecho, algunas corrientes de las bases, las más radicalmente nacionalistas, las que nunca vieron con buenos ojos que un partido independentista catalán como Esquerra pactara con 'los españolistas' del PSC, no descartan presionar a la dirección para que después de la celebración del referéndum abandone el Gobierno, o por lo menos se convoquen elecciones anticipadas.
La otra gran decisión que adoptó el consell nacional ayer fue la de que los senadores de Esquerra se abstendrán en la votación del pleno del Senado en la que se aprobará el 'Estatut' para no obstaculizar el texto y no retrasar la convocatoria del referéndum, prevista para el 18 de junio. Esta iniciativa fue también anunciada por Rovira, que la defendió poniéndola como ejemplo del «sentido de responsabilidad» de su grupo pese a que su formación rechaza el nuevo 'Estatut' y votará 'no' en el referéndum.
Según Carod-Rovira, dada la aritmética parlamentaria que hay en el Senado, si ERC votase 'no' en el pleno de esta Cámara, podría provocar la devolución del texto al Congreso, «pero esto no solucionaría nada», según precisó, porque los partidos favorables al nuevo texto cuentan en este último órgano con la mayoría suficiente como para que se apruebe sin ninguna modificación.
Consecuencias
En consecuencia, explicó que lo único que se conseguiría con este gesto es «retrasar» el proceso de aprobación y la consiguiente convocatoria del referéndum, situación de la que ERC no es partidaria, de ahí la decisión de que sus senadores se abstengan. Por este motivo, el líder republicano pidió a los demás partidos que «valoren» la actitud positiva de Esquerra y su voluntad de «desmarcarse completamente» de la estrategia del PP de intentar «vetar» el texto estatutario en el Senado para que sea devuelto al Congreso.
Según Carod-Rovira, la abstención de los senadores de ERC es totalmente compatible con el 'no' decidido por su partido, y quiso dejar claro que obedece únicamente al deseo de «no obstaculizar» innecesariamente el proceso puesto que, en caso contrario, hubiesen votado en contra como hicieron los diputados de este partido en el Congreso.
Las reacciones a la ratificación de la postura de ERC no se hicieron esperar. Por un lado, los socialistas catalanes creen que este rechazo de Esquerra ha dado la puntilla al Gobierno de la Generalitat y ven inevitable disolver el 'Parlament' después del referéndum de junio.
Así, el secretario general del PSC, José Montilla, admitió ayer por primera vez que la actitud de los republicanos «pone en dificultades al Gobierno catalán», aunque agregó que «las legislaturas están para cumplirse» y «la ciudadanía en estos momentos no está por eso». Sin embargo, fuentes de este partido creen que Maragall debe expulsar a ERC del gobierno antes de que sean los militantes republicanos los que fuercen la ruptura del tripartito. Los más pesimistas temen incluso que el Gobierno no aguante hasta el referéndum, que, subrayan, debe ser ahora la única prioridad.
Cita con las urnas
Esta preocupación es compartida también por el tercer socio del Ejecutivo, Iniciativa per Catalunya-Els Verds, que, al igual que los socialistas, no ve otra salida que la disolución del 'Parlament' y la convocatoria de elecciones para otoño. Así, el vicepresidente de este partido, Jordi Guillot, señaló que la posición de ERC «nos lleva a la convocatoria de elecciones anticipadas» tras la consulta popular de junio. Igualmente,el portavoz en el 'Parlament', Joan Boada, pidió a ERC que no traslade sus «líos y sus problemas internos» a la Generalitat y destacó que «después del referéndum contemplo todas las posibilidades», como elecciones anticipadas o que los republicanos salgan del Ejecutivo.
También apuesta por esperar al referéndum el portavoz del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, que admitió que la posición de ERC «naturalmente crea dificultades» en el Ejecutivo, «pero las dejaremos aparcadas» hasta el 18 de junio.