El Barça cerró la temporada en el Camp Nou con una nueva victoria ante el Espanyol durante una jornada festiva que vivió la celebración por el título de Liga conquistado la semana pasada. Jarque, en propia puerta, y Ronaldinho desataron la alegría de un estadio entregado a la causa desde el primer instante. Pese a la cita de París y con el título en el bolsillo, Rijkaard sólo se permitió dos retoques. Márquez y Valdés se quedaban en la grada. El resto, los habituales titulares. Eso sí, sus jugadores tenían la lección aprendida.