Italia debate su presencia en Irak tras la muerte de tres 'carabinieri' en un ataque
Prodi dice que ordenará una retirada gradual, pero algunos de sus aliados le exigen una solución rápida Está previsto que las tropas dejen el país este año
Actualizado: GuardarItalia se despertó ayer de forma dramática con una noticia que de pronto recordó que sus tropas siguen en Irak. Tres 'carabinieri' resultaron muertos y otro, herido grave, al estallar una bomba al paso del carro blindado con el que cumplían su ronda diaria de patrulla en Nassiriya, al sur del país. En el ataque, ocurrió a las 8.50, hora local, también falleció un policía rumano que viajaba con ellos en el vehículo.
De nuevo Italia volvió a conmocionarse con los detalles de la tragedia: tres hombres con aspecto simpático, de 27, 34 y 38 años, uno de los cuales sólo llevaba dos semanas en Irak, mientras otro acababa de ser padre. El lugar es la misma ciudad, tristemente conocida en Italia, que registró la masacre de 19 compatriotas en noviembre de 2003. Nassiriya es la base de los 2.600 soldados del Gobierno de Roma que aún permanecen en Irak, bajo mando británico.
El suceso volvió a plantear en Italia la misma pregunta de otras ocasiones: ¿qué hacen sus tropas en Irak y hasta cuándo van a estar allí? Sólo que esta vez ha cambiado la persona que debe responder, porque Silvio Berlusconi acaba de perder las elecciones. Romano Prodi, que salvo sorpresas será el nuevo primer ministro, dijo ayer que su Gobierno retirará las tropas, tal como ha prometido, pero sigue sin especificar cuándo. La situación de transición que vive la política italiana, a la espera de la formación del Parlamento y del Ejecutivo, no ayuda a disipar las dudas.
Italia es el tercer país de la coalición internacional en número de bajas mortales, tras Estados Unidos y Gran Bretaña, y con los tres fallecidos de ayer ya ascienden a 29 soldados. Si se le suman los civiles muertos, por secuestros o atentados, la cifra llega a 35. Sin embargo, el debate de la presencia en Irak ha estado, sorprendentemente, muy ausente de la campaña electoral, porque a nadie le interesaba hablar de ello.
Coalición dividida
Y sobre todo por la feliz circunstancia de que al final no se ha producido el gran atentado que todos temían, como una repetición de lo ocurrido en España, en la víspera de las elecciones. 'Il Cavaliere' no deseaba recordar la oposición popular que desató su adhesión a la invasión de EE. UU. y Romano Prodi era consciente de que en este asunto, como en tantos otros, su variopinta coalición de centro-izquierda estaba dividida.
En lo único que están de acuerdo es en irse de Irak, pero choca la postura de Prodi a favor de una retirada gradual con la exigencia de comunistas y otras formaciones de una salida inmediata del país, al estilo de Zapatero, si ganaban las elecciones. De hecho, aunque ayer primó la consternación y la unidad nacional, no faltaron las voces de algunos socios de Prodi que le reclamaron una decisión rápida sobre las tropas de Irak.
Lo cierto es que tras estos meses de silencio ayer quedó en evidencia que el tiempo ha terminado por unir los discursos de Gobierno y oposición. El Ejecutivo de centro-derecha de Berlusconi ya comenzó el año pasado una lenta retirada de los 3.500 soldados desplegados, pero aún quedan 2.600. Según su calendario, se rebajarán en 1.000 antes de junio y abandonarán definitivamente el país árabe a final de año. El Gobierno en funciones lo volvió a reiterar ayer en una nota oficial, que confirmaba «la progresiva reducción en 2006 de la presencia militar y el refuerzo simultáneo de la asistencia civil a la población». Berlusconi siempre ha dicho que las tropas italianas están en Irak en una misión de paz y reconstrucción, y que no pueden abandonar al pueblo iraquí.
Programa ambiguo
La duda en este momento es si la llegada de Prodi al gobierno puede acelerar los tiempos de la retirada, porque la verdad es que el programa de La Unión es completamente ambiguo en los detalles. Simplemente dice que se llevará a cabo «según los tiempos técnicos necesarios y de acuerdo con las autoridades iraquíes».
Es decir, que Prodi y Berlusconi han terminado por decir lo mismo y así lo reconoció ayer el líder de La Unión: «Nuestra posición no es distinta a la que tiene la mayoría de la opinión pública norteamericana ni lejana de la que hoy expresa el Gobierno italiano, que quiere retirarse este año».
El líder del centro-izquierda ha repetido que cualquier decisión se tomará siempre de acuerdo con las autoridades iraquíes y otro de los jefes de la coalición, Francesco Rutelli, insistió ayer en que «la agenda de Italia en Irak no será nunca fijada ni modificada por los terroristas».