«Un partido importante, pero no decisivo». Nos lo dicen tanto que acabamos creyéndolo. Es lógico que desde el seno del vestuario xerecista se proyecte una idea de normalidad, de que se trata de un partido más. No quieren más presión, ya se ha demostrado que eso no viene nada bien al equipo. Es obvio que se gane, se empate o se pierda, nada quedará decidido pues aún restarán muchas batallas para aclarar el final que le depara el destino a los azulinos, pero todo eso no debe ocultar la importancia real del enfrentamiento contra el Levante. Basta con tener en cuenta el goal average, para afirmar con total rotundidad que una victoria esta tarde vale más de tres puntos.