Cádiz
Un transporte público «para todos», un reto prioritario
La Junta se ha comprometido en las últimas semanas con la mejora de la accesibilidad en los autobuses de la Bahía de Cádiz
Marian, residente en Cádiz, esperaba el miércoles el autobús para acudir a la facultad de Educación en Puerto Real. Como cada día solicita al chófer que despliegue la plataforma para poder acceder con su silla de ruedas eléctrica. Sin embargo, y no es la primera vez que le ocurre, la rampa del autobús está estropeada. El siguiente en pasar por su parada también. Y el siguiente.
«La Universidad de Cádiz me permite educarme pero su labor no debería terminar ahí, sino que debe permitir también que llegue al sitio. Si tiene un convenio debe hacer que se cumpla», manifiesta esta estudiante, que reconoce el compromiso de Francisco Piniella, rector de la UCA , que ha llegado a mantener una reunión personal con ella para interesarse por la situación que vive a diario.
Es una de las carencias más criticadas en el Consorcio de Transportes de la Bahía de Cádiz durante los últimos años. No todos sus autobuses están adaptados y algunos de los que sí lo están no funcionan frecuentemente. La bomba estalló hace unas semanas, cuando la Asociación Gaditana de Discapacitados Físicos, Agadi, anunció la convocatoria de una manifestación para denunciar esta situación ante las quejas de sus usuarios. Decenas de afectados realizaron una marcha para pedir un transporte «digno, disponible y accesible para todos».
La Junta se puso en contacto rápidamente con los afectados y la propia delegada territorial mantuvo una reunión para mostrar su compromiso. Los colectivos aseguran que el problema se está solucionando, aunque queda camino por recorrer. Este lunes habrá una reunión entre representantes de la Junta, la Universidad de Cádiz y los afectados.
Además de las rutas peatonales, solventadas en distintas zonas de la capital gaditana con itinerarios que favorecen su movilidad conectando distintos puntos de la ciudad, los colectivos reclaman que el transporte público también se adapte a sus necesidades. Nuria María Álvarez llevó a pleno un problema recurrente en los autobuses de la capital. Ella misma lo vivió en primera persona:cogió la línea uno en avenida, pero cuando intentó bajar la rampa no estaba disponible. Tuvo que esperar hasta la última parada, donde dos operarios consiguieron hacer funcionar el mecanismo. «No pasó nada, pero ¿qué hubiera pasado si tuviera cita en el médico?», se pregunta. Numerosos usuarios han sufrido este problema en distintas circunstancias.
El nuevo pliego municipal del transporte público , cuya aprobación está prevista para principios de 2020 según el Consistorio, pretende resolver este tema, así como los espacios destinados a las personas discapacitada s en el interior de los vehículos. El problema de los taxis con licencia específica para personas con movilidad reducida se agudiza por las noches, cuando es «imposible» conseguir uno que esté adaptado a las necesidades de estos usuarios. Lo más habitual es que estos tengan que volver en silla de ruedas eléctrica a casa, tal y como han denunciado en varias ocasiones.
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