Cádiz
Un 30% de Cádiz sigue sin ser accesible
Agadi traslada de forma periódica las distintas barreras arquitectónicas al Ayuntamiento con el objetivo de consolidar itinerarios accesibles
Los colectivos reconocen la mejora en los últimos años pero advierten que queda«mucho por hacer», especialmente en el casco histórico

Nuria María Álvarez, concejal del Partido Popular con movilidad reducida, no pudo asistir a un acto público en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales hace apenas una semana. La edil denunció en las redes sociales que el montacargas que se emplea para facilitar el acceso a las personas con discapacidad no funcionaba , por lo que se quedó a las puertas del edificio.
El propio rector de la Universidad de Cádiz se interesó por el caso y prometió resolver el asunto lo antes posible. El compromiso de las distintas administraciones ha ido a más en los últimos años, especialmente tras la ley de accesibilidad de 2017, que obliga a que todo espacio público sea accesible.
Según varios colectivos, el trabajo en los últimos años en Cádiz ha sido notable. La Asociación Gaditana Discapacitados Físicos Agadi, Agadi , estima que entre un 70 y un 75 por ciento de la ciudad ya es accesible. Esta entidad trabaja continuamente con el Ayuntamiento Cádiz, remitiéndole todas las incidencias trasladadas por los usuarios y recogidas en la aplicación AccesilidadAPP, a través de la cual cualquier gaditano puede dar cuenta de las distintas barreras arquitectónicas. «Si se ve alguna incidencia se hace una foto y por geolocalización la ubica», explica Maribel García, responsable de accesibilidad de Agadi.
La mayoría de las incidencias que se tramitan están en la vía pública : escalones demasiado altos, zonas sin acerado, asfalto irregular... Esta misma semana se ha solicitado solucionar un problema al final de la avenida de Astilleros. El carril bici finaliza y no hay conexión hasta la Casa del Mar. Además de los saltos de acerado, suele haber coches aparcados, lo que obliga a las personas con movilidad reducida a usar la carretera para avanzar, con el peligro que esto supone.
«Todavía quedan muchas barreras arquitectónicas en la ciudad», admite Pepe Gaviño, responsable de accesibilidad en la Federación de Vecinos 5 de abril. Además del acerado, resalta la cantidad de edificios con barreras arquitectónicas que hay en Cádiz: algunos de los que nombra son destacados, como la sede de Onda Cádiz, el edificio Fénix o la delegación municipal de Participación Ciudadana. Él vivió este verano otro de los casos más sonados: tuvo que entrar y salir a hombros de los agentes de la Policía Nacional para renovar el DNI. El elevador estaba estropeado. La propia edil, Nuria María Álvarez, también sufrió este problema y tuvo que solicitar que varios policías (ambos testimonios resaltan la empatía y profesionalidad mostrada por ellos) acudieran a su casa otro día ante la imposibilidad de acceder al edificio.
La Viña es el barrio menos accesible de Cádiz, según los usuarios con discapacidad física
Precisamente aquí esdonde entra en juego la idea de «accesibilidad universal» , explicado por la concejala popular:«Vas por la calle y tienes que tener un mapa mental de por dónde ir y por donde no ir. Eso es lo que hay que cambiar. El objetivo es tener la tranquilidad de salir con otra persona con la seguridad de que los dos llegaremos a la misma hora porque para ambos es igual de accesible».