Crisis Provincial PSOE

Ruiz Boix prolonga la serie del PSOE gaditano al declararse engañado por una segunda candidatura

El alcalde de San Roque y aspirante a líder provincial desvela en su presentación que había pactado con Irene García integrar a varios de los partidarios de ella, por lo que la aparición de Ruiz Arana «no es una tercera vía, es una ruptura»

El alcalde de San Roque y candidato a secretario general, esta mañana en su comparecencia en Jerez. Francis Jiménez

P. L. G.

Más que un hervor político, más que diez minutos de horno de partido, a Juan Carlos Ruiz Boix deben de faltarle tres capítulos de 'Borgen', una temporada de 'House of Cards', incluso 'Juego de Tronos' entera . Estas series forman parte del catecismo de muchos concejales, y exconcejales de Cádiz, de los ya colocados y los aspirantes, de todos los grupos políticos. Hasta de vicepresidentes de Gobierno.

Sueltan citas y referencias constantes, largan diálogos memorizados enteros, sueñan en secreto con emular a sus personajes. Pero es ficción. Esto va en serio. Hablamos de cosas de comer, de la familia, del bienestar de los nuestros y los otros . Tiene otros códigos. Antes de los guionistas estuvieron los clásicos. Antes de Underwood y Lannister estuvo Roma. Y no paga traidores.

Porque Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque y candidato a la Secretaría General del PSOE provincial según anunció el primer martes de noviembre , era considerado un traidor por una buena parte de los socialistas gaditanos y, ahora, de repente, se despierta traicionado. Esta mañana se ha declarado engañado, «sorprendido» y asombrado ante la presentación de otra candidatura a dirigir el PSOE gaditano, la del alcalde de Rota Javier Ruiz Arana . Pensaba que se lo iban a dejar pasar todo. Confirmado, se ha perdido varias temporadas de varias intrigas políticas de referencia.

Por resumir, en el capítulo anterior, emitido a mediados de octubre, las huestes de Ruiz Boix e Irene García estaban lanzándose cuchillos verbales . El primero, pese a formar parte del Gobierno de la Diputación y de la dirección provincial del PSOE, presentó una lista alternativa al Congreso Federal. A Irene García le cogió con el paso cambiado. Uno de los suyos se ponía enfrente en una votación interna relativamente menor pero que anunciaba tormenta. Si le ganaba ese duelo, se vendría arriba. Aspiraría a dirigir el PSOE provincial, demostraría que la reina de diamantes había perdido brillo y apoyo. Ruiz Boix ganó. La presidenta de Diputación y líder del PSOE provincial quedaba desairada por uno de sus lugartenientes, devenido en oponente.En las tres semanas posteriores, con estreno de un capítulo diario a veces, se dijeron de todo durante el tramo intermedio de la trama. La temporada avanzaba (lejos de ser un éxito de audiencia) hacia el desenlace del Congreso Regional (este fin de semana próximo en Torremolinos) y el Congreso Provincial (el 18 de diciembre). Se acusaron mutuamente de tramposos, que si inflaban el censo con militantes de última hora para que esos partidarios les votaran y poder ganar, que si sólo perseguían colocar o sostener a sus familiares y amigos... Un 'cliffhanger' detrás de otro.

Cuando más oscuro parecía el argumento, aparecieron las ofertas que no se pueden rechazar. Veteranos influyentes e insistentes pedían a Irene García que se apartara. El nuevo líder regional Juan Espadas llamaba al orden, a la paz, la que estáis liando. Aparecieron las propuestas tentadoras. Si Irene García levantaba la bandera blanca, podría tener un hueco en la Ejecutiva Regional. Lo que le queda como presidenta de Diputación transcurriría en paz. Después, quién sabe, en la lista al Parlamento de Andalucía, incluso al Congreso. O al Senado, donde ahora trabaja la que fuera su ídolo y valedora, Susana Díaz. R uiz Boix tendría vía libre. La sangre acabaría. Todos ganan . El partido, más.

El pacto existió. Juan Carlos Ruiz Boix ha declarado esta mañana, en Jerez, en la presentación de su candidatura, que los pasados jueves y viernes se produjeron reuniones para unificar las dos facciones, a los dos grupos, al bando del alcalde de San Roque con el de Irene García. Y llegaron «a un acuerdo de consenso, asumimos el esfuerzo de integración que nos pidieron». Hasta el punto de que Ruiz Boix admitiría en su lista, que creía única entonces, a «varios integrantes» del grupo perdedor de la votación interna aquella , de los 'irenistas'. La mujer que da nombre al grupo anunció en el domingo que renunciaba, que daba un paso al lado, que dejaba vía libre por el bien de la unidad del partido y todo eso.

Ruiz Boix se veía con el camino libre y despejado. Era el único candidato a Secretario General. Pero olvidó que en toda serie deben existir giros de guion, sorprendentes, inesperados, para que el espectador (en este caso, el militante) no caiga en el sopor de lo previsible. Y ahí aparece un nuevo personaje, ayer, martes: Javier Ruiz Arana . El alcalde de Rota anuncia que se presenta también como garante de la unidad, para «tender puentes entre distintas sensibilidades», es decir, para que los dos bandos hagan las paces. Pero resulta, según Ruiz Boix, que ya las habían hecho, así que a falta de una posible victoria, el que se veía como único candidato, con alfombra hacia el despacho, se encuentra un oponente y se queda con la cara desencajada.

«No acertamos a entender por qué»

«No acertamos a entender por qué se rompe el consenso y el acuerdo que habíamos alcanzado. Sorprende esta situación. No tiene justificación arrogarse una tercera vía que no es tal, es una segunda lista que supone una ruptura interesada» , ha declarado esta mañana de miércoles Ruiz Boix en Jerez, en la presentación algo chafada de de su candidatura. En términos coloquiales, traducido, dice que se siente engañado, que esto no es lo hablado, que le han traicionado. A él, considerado autor de una leve traición por medio partido hasta hace siete días.

Compareció respaldado por «alcaldes y secretarios locales de las seis comarcas de la provincia», con la llamativa presencia de la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, y el que fuera mano derecha de Susana Díaz al frente de la última Junta socialista, Manuel Jiménez Barrios .

Tras afirmar lo mismo que dicen todos en toda comparecencia (que busca la unidad, que es fiel a Pedro Sánchez, a Juan Espadas...) fue preguntado repetidamente por el significado y el origen de la candidatura rival, la de Javier Ruiz Arana (adelantada por LA VOZ el pasado 26 de octubre) . El alcalde de Rota, el candidato inesperado, es uno de los hombres más fieles a Juan Espadas en la provincia. Ha formado parte del equipo del sevillano desde el inicio del duelo con Susana Díaz.

Es inevitable pensar que Espadas está detrás del movimiento. Ahí es donde le faltan los capítulos a Ruiz Boix. Se limitó a recitar el tópico del buen concepto que tiene de ambos, el roteño y el sevillano, en que es legítimo presentar otra candidatura, en todos los lugares comunes. Pero ¿qué significa? ¿un toque de atención a Ruiz Boix? ¿un ajuste de cuentas por haberse rebelado? ¿que los jefes siempre se entienden a la hora de contener las revueltas? ¿una exhibición de poder de Espadas? ¿una venganza póstuma de Irene García?Se sabrá en los próximos episodios de la serie del PSOE provincial, de escaso éxito entre crítica y público, que todavía puede tener un giro final. Igual, Ruiz Boix tiene es el que tiene que rendirse ahora y dejar sitios, sillones y sueldos a miembros de la lista del roteño Ruiz Arana y de Juan Espadas: «Vamos a trabajar en una lista de consenso, no pierdo la esperanza» . Lo que ha perdido ya es la mano. Ahora tendrá que negociar, compartir, ceder. Cuando veía el camino libre. Eso le habían dicho. Mira que creer lo que a uno le dicen.

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