Crisis PSOE

Irene García se sienta en Diputación a ver pasar la disputa interna del PSOE

La saliente secretaria general niega acuerdos ni «la paternidad» de ninguna candidatura, se acomoda en su renuncia a la reelección y reprocha a Ruiz Boix que hable «tan a la ligera de rupturas»

Irene García, con Francisco Piniella (izqda) y José María Román a su llegada al Salón Regio. Carmen Romero

L. V.

Cuando el enemigo se equivoca no hay que interrumpirle, reza el viejo aserto que se atribuye a Napoleón Bonaparte. Con esa premisa y el escarmiento de la gresca de octubre, en la que entró de lleno en las provocaciones, Irene García se ha encerrado en su papel institucional, en la serenidad y la contemplación para dejar pasar esta vez la polémica interna en el PSOE sin que le vuelva a salpicar.

«Se me arroga la paternidad de una candidatura que no tengo. De ninguna candidatura. Creo que he mostrado generosidad y que he sabido interpretar el momento en el partido para dar un paso al lado y propiciar la unidad en el PSOE», espetó este miércoles al ser preguntada por las acusaciones de Ruiz Boix de que otro candidato o algunos dirigentes del partido han podido violar un pacto para que solo hubiera una lista de consenso, la del alcalde de San Roque. La presidenta lo hizo en un acto en el Salón Regio de la Diputación.

Precisamente, al cargo, al papel institucional se aferra para evitar mancharse más con disputas intestinas. «Los hechos se pueden distorsionar para hacer pensar a la gente que estamos dedicados a esto [la batalla interna] todo el tiempo y no es así. He estado toda la mañana reunida para trabajar en este estudio turístico que ahora presentamos», destacó para marcar distancias ante un conflicto del que ya quiere presentarse como ajena, una vez que ha cerrado su entrada en la Ejecutiva Regional y que tiene garantizada la estabilidad como presidenta de la Diputación Provincial.

Pese a la templanza y la distancia, nuevas, no desaprovechó la oportunidad de lanzar algún reproche a Ruiz Boix, que le desafió y le ganó en la votación interna que desató esta crisis en septiembre pese a ser compañero de Gobierno y Ejecutiva: «Cada uno se define por sus hechos. Ahora se presentan dos candidaturas y algunos dicen no entenderlo, como yo tampoco lo entendí cuando se presentaron dos listas de delegados a un congreso. Pero el PSOE de Cádiz tiene casi 5.000 afiliados y no podemos ni queremos evitar que cualquier compañero decida presentarse a Secretario General. El que se quiera presentar tiene todo el derecho pero tenemos que evitar que estos procesos democráticos se vean como los unos contra los otros . No se puede hablar tan a la ligera de rupturas », dejó caer Irene García, secretaria general del PSOE durante un mes para afear las palabras de Ruiz Boix cuatro horas antes.

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