Cádiz

María Jesús Montero anuncia que «rescatará la memoria de las cunetas» y da un toque al PSOE de Cádiz

La ministra andaluza por excelencia «y por acento» recuerda que para «que haya integración tiene que haber renuncias» después de que 50 cargos hayan recibido a Ruiz Boix con un comunicado crítico en la víspera del XIV Congreso Provincial

La ministra, durante su intervención en el Congreso del PSOE de Cádiz. Francis Jiménez

LA VOZ

La amnesia del electorado, la indiferencia ante los acontecimientos de la vida de todos los partidos políticos , es la única esperanza del PSOE de Cádiz. Su nuevo secretario general, Juan Carlos Ruiz Boix, asegura que quiere propiciar la unidad pero pide a los discrepantes «que se aparten». Los críticos firman un comunicado en la víspera, son 50 cargos provinciales, que denuncian incumplimientos de Ruiz Boix de entrada. Dicen que así no se cambia nada, que no es el camino. O la gente no recuerda todo esto, no atiende, o no habrá mucha esperanza de recuperar votos porque la distancia entre acciones y discursos es aparentemente enorme.

Este es el punto de partida vivido en la antigua fábrica de tabacos de Cádiz para hablar de unidad. Parece irónico, casi grotesco. Fran González, en plena refriega interna con la portavoz municipal de su partido por el control del PSOE en la capital, acompaña a Ruiz Boix en los prolegómenos del XIV Congreso Provincial de esta mañana, en el Palacio de Congresos. Se hacen fotos, comparten confidencias, posan en un sofá instalado inopinadamente en mitad del patio, sonreían y saludaban. Como si no pasara nada. Hay que guardar las formas.

Juntos se dirigían al escenario, una vez recibieron a la ministra de Hacienda María Jesús Montero , la gran madrina del evento. Todos hablarían después de unidad, unidad y unidad. La única opción de que alguien se crea una mínima parte de ese mensaje es que olvide todo lo sucedido hasta el día antes, hasta un minuto antes, o que le resulte indiferente lo que vaya a suceder dentro de esos entes extraños, endogámicos, que son los partidos políticos, que lo dé por inevitable y amortizado. Todos los partidos hablan de libertad, de progreso y unidad para luego vivir en la realidad paralela de lo cotidiano.

Con ese clima, los 202 delegados presentes (el 95% del total posible) comenzaron su cónclave con 45 minutos de retraso . Su eslógan: «La suma que nos hace avanzar». Debe de ser la que resulta con Unidas Podemos en el Gobierno, con otras formaciones periféricas en el Congreso, porque de forma interna, en Cádiz, en Andalucía, a la vista de los hechos de las vísperas, hay poca suma.

Fran González, delegado de la Zona Franca y secretario general local del PSOE de Cádiz, presidía la mesa y daba la bienvenida. Aviso para la formalidad en la prevención Covid y que comiencen los discursos. Llamativa resultó su mención al ausente, por convaleciente, responsable de la patronal provincial, Javier Sánchez Rojas . «Es muy importante que salgamos de aquí como un partido cohesionado», resaltó de inicio. «Es el momento de debatir, reflexionar, de dar un nuevo impulso al proyecto socialista en la provincia de Cádiz».

Los representantes de Jóvenes Empresarios, de la CEC, de UGT y Comisiones Obreras tienen el protocolario turno de palabra como invitados . Todos insisten en lo importante de tener un PSOE fuerte, cohesionado, políticamente sano. En ello está Juan Carlos Ruiz Boix, ya nuevo secretario general que debe cerrar el XIV Congreso Provincial de hoy junto al líder socialista andaluz, Juan Espadas.

Llega el momento de la gran intervención, María Jesús Montero. Defiende el legado de «defensa de derechos sociales» y trabajo legislativo de su gobierno. Critica la política de «tierra quemada de una oposición que habla mal de España en otros foros internacionales». Agita el espectro de la «ultraderecha y los populismos» para diferenciar al coco venidero, al hombre del saco, de los «practicantes de la democracia pura y real«. Incluso habla de «rescatar la memoria de las cunetas porque nuestros mayores, lo que lo dieron todo, se lo merecen».

La ministra, que se reivindica andaluza, que presume «de acento» también se dice medio gaditana: «Es mi segunda provincia». Asegura que Cádiz es la sexta provincia que ha recibido mayor inversión en los Presupuestos Generales «y eso no es casual», recorre con su oratoria todas las comarcas y las declara territorio clave para que Juan Espadas llegue a presidir la Junta. Así, adelanta la campaña electoral regional, en estos actos que tanto tienen de mítin, con el aviso de que «sólo el PSOE puede garantizar que Andalucía tenga futuro. La única garantía es volver a San Telmo». Y para cerrar, un toque de atención al conflictivo PSOE de Cádiz, de «Cádiz-Herzegovina» que decía con retranca Pepe Griñán: «Integrar es renunciar, unir es dialogar y es necesario que haya unidad en las basea. Son legítimas, naturales, las tensiones pero hay que renunciar a los individualismos para poder avanzar hacia la integración». Que vamos a dejarnos de líos. Difícil porque estaban montados hasta ayer, viernes, y hoy es el Congreso.

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