Las barbacoas se apagan solas

Cádiz amanece hoy sin sus tradicionales barbacoas del Trofeo. La peculiar celebración que tanto promocionó la capital gaditana hace más de una década pasa hoy a formar parte de la historia. Ayer, las playas acogieron por última vez a un público, cada vez más juvenil, que no podrá volver a disfrutar de un evento que se había convertido en una de las principales citas del verano. Con más detractores que defensores, la tradición más festiva del Carranza, certificó ayer una defunción a medio gas.

El fuerte viento de Levante que azotó la capital gaditana con rachas de hasta 40 kilómetros por hora impidió que fueran más los asistentes que se reunieran en una zona de estreno, situada entre los módulos 3 y 6 de la playa de La Victoria a petición de los vecinos de la calle Muñoz Arenillas, que este año han cambiado el ruido de las brasas por el de los conciertos alternativos programados por el Ayuntamiento de Cádiz.

Precisamente, las barbacoas fueron relegadas a una de las zonas de la capital donde más fuerte combate el viento de Levante y que hizo estragos entre los valientes que se dieron cita en una noche desapacible. A pesar de que la zona autorizada para la celebración era más pequeña que nunca, ésta ni siquiera llegó a completarse y las personas que se congregaron pudieron montar sus infraestructuras para impedir que el viento les estropeara la última barbacoa.