Coronavirus

Dos enfermeros jerezanos afincados en Toulouse la lían con sus vídeos desde una particular caseta de feria

Es la primera vez que se quedan sin venir a Jerez durante la semana de Feria y han decidido tomárselo con sentido del humor

El matrimonio de enfermeros jerezanos en su caseta Confí de Fuá

Elena Carmona

Arte y humor no falta en la caseta de la peña Confí de Fuá . Alicia Gavilán y Jesús Guerra son dos enfermeros de Jerez que se encuentran trabajando en Toulouse (Francia) desde hace varios años y que han decidido, tras suspenderse la feria , hacer uso de su imaginación y montarse una fiesta alternativa en su casa. Con unos cartones que envolvían un frigorífico decidieron crear esta caseta Confí de Fuá, donde tan buenos ratos han hecho pasar a sus familiares desde la distancia que, con esto del confinamiento y del Estado de Alarma, parece ser más insalvable que en otros momentos.

Alicia Gavilán, de 31 años, ha hecho de flamenca, de gitana que vende flores y de típica jerezana disfrutando de los fuegos artificiales, mientras los rasgos de su marido Jesús, de 32 años, lo han dejado ponerse en piel de un guiri y del típico señorito de Jerez . Muchísimo humor, muchas ganas de divertirse y de divertir a los suyos haciendo uso de todos los materiales que se iban encontrando por la casa, pero «con rebujito de Tío Pepe , que lo venden en los supermercados», tortilla de patatas y pimientos fritos.

«Es la primera vez que faltamos en ocho años a la Feria de Jerez . Siempre cogíamos de vacaciones la semana de feria y aprovechábamos para estar con la familia y los amigos». Sin embargo, este año, con el cierre de fronteras, la suspensión de la Feria y el Estado de Alarma se han tenido que quedar en Toulouse. «Y este año no iba a ser menos. Montamos una caseta para distraernos y recreamos escenas típicas para nuestras familias y amigos, pero han sido todo un éxito».

Esta pandemia del Covid-19 la han llevado mal porque « te sientes mucho más lejos que antes incluso al no poder ir a visitar a tu familia. Te queda esa incertidumbre de qué pasará con mis padres, a mi familia, si sabré lo que va pasando o no…». Así se refería esta enfermera jerezana a unos momentos que «aunque en Francia han sido un pocos más light, ya que incluso se podía salir a hacer deporte, ver que en España era tan duro hacía la situación más difícil».

Alicia siempre que baja a Jerez a la Feria se viste de gitana. «He llegado incluso a comprarme un traje y sus abalorios el viernes de prefería». Podría engrosar esa lista de «jartibles» que hay en Jerez y que les gusta más una feria que cualquier otra cosa, pero, en esta ocasión, lo que ha querido es « ayudar en cierta manera, igual que hacemos como enfermeros, pero esta vez queríamos llevar la sonrisa y el buen humor a nuestras familias y amigos». Y lo cierto es que tanto buen rollo han creado que ya hasta recibían peticione s desde su entorno: «La gente nos mandaba mensajes dándonos ideas» y ahí estaban ellos celebrando esta feria alternativa.

Lo que sí es cierto es que esta feria de Jerez habría sido muy diferente a la de los últimos años y no por la presencia del coronavirus, sino por las condiciones climatológicas que ha habido durante casi toda la semana, que han llegado a inundar el parque González Hontoria montando una increíble bolsa de agua en una de sus calles principales. No obstante, Alicia y Jesús confían en que para la próxima feria todo vuelva a la normalidad y puedan disfrutar de esas sevillanas, ese albero, ese vino y ese ambiente pisando tierra jerezana.

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