TRIBUNALES

El autor del crimen de las 102 viviendas de Jerez, condenado por asesinato

La Audiencia Provincial le impone 16 años y ocho meses de prisión después de que el jurado lo declarara culpable de haber matado a puñaladas en plena calle a Ángel Mesa tras una noche de fiesta juntos

Imágenes de los hechos captados del vídeo que transcendió. Y el acusado, Cristóbal Ruiz.

María Almagro

La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 16 años y ocho meses de prisión a Cristóbal Ruiz, el acusado de haber matado a puñaladas en el barrio jerezano de San Benito a Ángel Mesa después de que tras celebrarse la vista oral hace unas semanas el jurado lo declarara culpable por estos hechos. Entonces, el tribunal popular no fijó en su objeto si el procesado había cometido un delito de homicidio o de asesinato, dejándolo en manos del magistrado de la Sala. Ahora, el fallo sí lo considera autor de asesinato, según dictamina la sentencia facilitada por el TSJA a este periódico. Fiscalía y acusación particular solicitaban 20 años de cárcel para el acusado, mientras que su defensa, la libre absolución.

Los hechos se remontan al verano de 2017 cuando Cristóbal Ruiz asestó una puñalada a Ángel en plena calle quien terminó muriendo por la grave herida que le provocó el ataque. La pelea se produjo tras una larga noche de fiesta y vino antecedida por varios encontronazos en la casa del procesado donde habían ido a buscar droga, según manifestó el procesado en su declaración.

Con posterioridad al apuñalamiento, y antes de que llegaran los agentes de la Policía Nacional, el acusado «puso el arma del crimen en la mano derecha de la víctima, para así dificultar la investigación de los hechos», según la Fiscalía, un momento que fue incluso grabado en un vídeo que transcendió entonces. Sin embargo, el procesado aseguró en la sala que él mismo fue a buscar el arma y se la puso en las manos a Ángel «para que se supiera que era suya».

¿Por qué asesinato?

Pues bien, a juicio del magistrado Blas Rafael Lope Vega se trató de un asesinato ya que los integrantes del jurado declararon probado que el acusado aprovechó el momento en que la pelea entre él y Ángel parecía haber acabado, por la intervención de otros dos hombres para separarlos, y lo sorprendió al apuñalarlo con el cuchillo que llevaba oculto. «Con ello consiguió anular cualquier posibilidad de defensa. Concurren por tanto los elementos necesarios para apreciar la concurrencia de alevosía y calificar los hechos como asesinato».

En cuanto a los hechos probados, el fallo destaca dos circunstancias que han sido cruciales para que el jurado considerara al investigado culpable. Por un lado, la declaración de los dos testigos directos que fueron a separar a los implicados. Según aseguró Cristóbal, fue Ángel quien se le abalanzó y quien escondía el cuchillo con el que supuestamente le atacó y él solo se defendió. Sin embargo, los declarantes afirmaron que no vieron que la víctima llevara ningún arma ni que la usara pero sí que le escucharon gritar y desplomarse al suelo sangrando abundantemente. Además, en el vídeo Ángel no llevaba ni camiseta ni zapatos, por lo que no tenía dónde ocultar el arma. El jurado por tanto consideró probado que fue Cristóbal quien sacó el cuchillo «cuando la pelea aparentemente había acabado» , tras haber intervenido los dos testigos para separar a los contendientes, «situación que aprovechó para sorprender al fallecido, que no pudo defenderse».

Por otro lado, también tuvieron en cuenta que el informe forense acreditó unas dimensiones del cuchillo y un daño causado que «eran incompatibles con la hipótesis de que la herida se hubiese producido de forma fortuita». «Era consciente de la probabilidad de causar heridas graves e incluso la muerte».

La defensa del acusado solicitó la aplicación de diferentes eximentes sobre la responsabilidad penal de su representado. Tras la celebración del juicio, la Sala no considera que haya base para que concurran en estos hechos la legítima defensa, el miedo insuperable ni que confesara los hechos a la Policía y esperara en el lugar del crimen a que llegaran. Sin embargo sí acepta la eximente de intoxicación plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas y sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

De esta forma, la Audiencia de Cádiz condena a Cristóbal Ruiz a dieciséis años y ocho meses de cárcel por el asesinato de Ángel Mesa. Además tendrá que abonar una indemnización de 75.000 euros a los padres de la víctima. La sentencia no es definitiva ya que cabe recurso.

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