TRIBUNALES

«Sacó del pantalón un cuchillo, yo solo le agarré las manos»

El acusado de matar de una puñalada a un joven en Jerez en plena calle niega los hechos y asegura que no llevaba ningún arma

Cristóbal Ruiz, que está siendo juzgado por un jurado popular, dice que puso el cuchillo en manos de la víctima ya moribunda en el suelo, «para que se supiera que era de él»

El acusado, durante el juicio que ha comenzado este lunes. ANTONIO VÁZQUEZ

María Almagro

La Sección Octava de la Audiencia Provincial con sede en Jerez ha acogido este lunes el arranque del juicio por el llamado ‘crimen de las 102 viviendas’ . Los hechos se remontan a agosto de 2017 cuando Cristóbal Ruiz mató presuntamente de una puñalada en plena calle a Ángel Mesa, de 24 años, tras mantener ambos una pelea. El suceso además causó un gran impacto porque transcendió un vídeo en el que se veía como le ponían un cuchillo en la mano al fallecido cuando éste ya estaba moribundo y ensangrentado en el suelo. La Fiscalía y la acusación particular solicitan para el único encausado 20 años de prisión al considerarlo autor de un delito de asesinato. Por el contrario, la defensa del procesado, solicita la libre absolución al creer que no hay indicios suficientes que demuestren que fue él quien le asestó esa cuchillada mortal. El juicio se celebra desde este lunes con un jurado popular que tendrá que decidir si Cristóbal Ruiz es culpable o inocente.

Tras algunas alegaciones previas de las partes, en la primera sesión se ha podido escuchar la versión del único implicado. El presunto homicida, que ha contestado las preguntas de acusación y defensa, ha negado en todo momento haber matado a Ángel . Según ha relatado ante el jurado actuó para defenderse cuando éste le atacó primero tras otra discusión que habían tenido momentos antes. “Sacó del pantalón un cuchillo, yo solo le agarré las manos para apartarlo para el lado. Cuando nos separaron lo vi desplomarse”.

Como ha recordado, todo se originó tras toda una tarde y noche de fiesta. El acusado y la víctima se conocían pero aquel 27 de agosto se encontraron “por casualidad”. Cristóbal ha relatado que llevaba desde horas antes con otra persona, Samuel, bebiendo y consumiendo droga (hachís, cocaína, pastillas). Primero en su casa y después en un bar al que acudieron para ver un combate de boxeo. Fue en el siguiente local donde se encontraron con Ángel y otras dos personas no identificadas. “Estuvimos bebiendo y consumiendo juntos”, ha contado. Allí, según siempre su versión, tuvieron un primer roce. “Me dio un guantazo sin venir a cuento, el jefe del bar nos echó”. Tras limar asperezas, en torno a las doce de la mañana, fueron todos juntos a casa de Cristóbal, sita en la avenida Tomás García Figueras de Jerez. “Fuimos a mi casa a por más droga. Mi padre me recriminó que dónde iba con tanta gente, se enfadó y se fue. Ángel me dijo que le había hablado muy mal a mi padre. Le dije que se tranquilizara pero se puso muy agresivo y nervioso”. Entonces, la víctima decidió bajar por las escaleras mientras el resto lo hacía por el ascensor. “Yo entonces volví a casa a coger el medio gramo (de cocaína) porque con el enfado se me había olvidado” –negando que volviera para coger un cuchillo de cocina-.

Ya abajo, ha continuado su relato, los dos desconocidos se marcharon y Cristóbal y su Samuel vieron a Ángel que supuestamente les estaba esperando. “Vino hacia mí. Quería pelea. Me dio un puñetazo en la boca y me agarró. Caímos los dos al suelo”. “Sacó del pantalón un cuchillo, yo solo le agarré las dos manos para apartármelo y lo desplacé porque lo tenía en la garganta… ya fue cuando nos separaron y vi que se desplomaba al suelo”.

A preguntas del fiscal, Cristóbal recordó así los hechos. Y también los minutos después. “Estaba ciego de alcohol y drogas” , ha confesado. “Cuando lo vi en el suelo solo pensé en encontrar el cuchillo porque alguien lo había escondido y pararle la hemorragia con mi camiseta. Si hubiera querido desaparecer lo hubiera hecho”. Y así, según su versión, fue a buscar el arma que lo habían escondido en el buzón de un bloque y salió de nuevo al patio para ponérsela en las manos de la víctima que yacía desangrándose en el suelo. “Quería que se viera. Quizá fuera una reacción bajo los efectos de las drogas pero fue así”.

Ante este relato la abogada de la acusación le ha cuestionado por unos testigos que aseguran que él mismo gritó a su novia. “¡Mira lo que has conseguido. Me van a caer ahora 20 años!”. Sin embargo el acusado ha afirmado que no se acordaba de ello. “Grité pidiendo ayuda”, ha sostenido. “Cuando en Comisaría me dijeron que estaba allí por un delito de homicidio, no me lo creía, no sabía ni que había muerto”.

Camiseta que llevaban con el rostro de la víctima famliares y amigos

A la vista han acudido familiares y amigos de Ángel Mesa que llevaban una camiseta con la foto del joven. Durante la declaración del acusado la tensión ha sido evidente en la sala y ha terminado explotando al final cuando la Policía se lo llevaba. “¡Además de asesino, mentiroso, a ver si te pudres en la cárcel!”, le han gritado.

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