Coronavirus Cádiz

Los portuenses entran en el Nivel 2 a medio gas

Las terrazas de Valdelagrana no congregaron mucho público en el primer día de ampliación del horario para la hostelería y la zona centro llenó las mesas pero de manera controlada

La calle Misericordia de El Puerto era de las más animadas de la zona centro EC

Elena Carmona

Valdelagrana se convertía en el lugar ideal para terminar la jornada del viernes después de salir de trabajar a media mañana. Con un sol de justicia y una brisilla agradable, la jornada se preveía intensa para la hostelería después de todos estos meses con horario restringido y sin poder servir copas a partir de las seis de la tarde . No había demasiado ambiente por la zona porque muchos de los bares al ser temporada de invierno aún continúan con las puertas cerradas. No obstante, había tres o cuatro opciones a lo largo de todo el paseo marítimo para poder tomar un digestivo después del almuerzo.

En la zona muchas familias optaban por la zona del paseo marítimo para pasear con los niños, pero sí es cierto que algunos locales como el pub Bigote tenía su terraza completa, mientras que otros apenas si contaban con tres o cuatro mesas llenas. Todos cumpliendo con las distancias de seguridad a pesar de que había algunos grupitos que intentaban acercar más las mesas para poder continuar con la charla. Las mesas las llenaban tres y cuatro personas que aprovechaban los últimos rayos de sol antes de volver a casa. Joaquín explicaba a La Voz que «no veas las ganas que teníamos de poder salir a media tarde a tomarnos algo. Yo desde luego no pedía más, solo tomarme una copita con el solecito y sin estar mirando el reloj».

Mientras tanto, la Ribera del Marisc o estaba tranquila, tan solo la terraza del Royal Café Copas, en la esquina de la calle Micaela Aramburu aparecía llena. Con un público muy variado, desde grupos de señores de avanzada edad hasta algunos jóvenes que rozaban la treintena. También estaba llena la terraza del Bugalú en la esquina de la calle Palacios con Jesús de los Milagros . Hacia allí iban Pepi y Manuel que sobre las siete y media de la tarde acababan de salir de trabajar de la oficina y decidían al acordarse de los cambios que «por qué no nos veníamos a tomar algo ya que los bares estaban abiertos hasta las nueve y media. Da gusto salir a la calle y encontrarte ambiente. Estos meses han sido muy malos para los bares y los restaurantes, a ver si con este cambio horario consiguen levantar cabeza», relataba Manuel.

Mientras tanto, muchos comercios del entorno de la calle Virgen de Los Milagros se encontraban cerrados y había poco ambiente por la zona. Tan sólo en la calle Misericordia , en la calle de los bares, había ambiente. Pero un ambiente comedido, de pandillas de amigas y grupos de amigos que habían aprovechado para tomarse algo después de comer juntos El TK3, el Capote, el Malvaloca y el O'Donoghue's tenían las terrazas completas. Un aforo controlado y controlable , aunque por la zona se veían poca mascarillas. Carmen y Sara se levantaban al filo de las siete y media de la mesa con la intención «de irnos ya para casa. Hay veces que cuando ves tanta gente concentrada te da incluso un poco de miedo. No queremos volver a vivir otra ola, a ver si ahora con las vacunas...». Por la esquina de la calle Luna llegaban Ramón, María y Hugo muy perfumados y recién duchados para disfrutar de las últimas dos horas. «Van a ser un par de copitas nada más, pero nos van a sentar estupendamente».

La terraza del pub Bigote en Valdelagrana EC

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