lavozdigital.es
logo ABC.es
nuboso
Hoy 5 / 18 || Mañana 7 / 16 |
más información sobre el tiempo
Estás en: > > >
¿De dónde viene tanto apellido extranjero en Cádiz?
Actualizado: 11:40

historia

¿De dónde viene tanto apellido extranjero en Cádiz?

Día 28/10/2014 - 11.40h

La emigración es tan antigua como la humanidad pero ¿por qué tantos?

No es ningún descubrimiento. El motivo de la emigración, a cualquier altura de la historia de la humanidad, ha sido mejorar las condiciones de vida del que se dispone a salir de su lugar de origen. ¿El destino? Donde haya oportunidades para prosperar. O paz.

Igual de conocido es el periodo esplendoroso que experimentó Cádiz en el siglo XVIII gracias a su histórico poder comercial, sobredimensionado con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la posterior ubicación de la ciudad a la cabeza del monopolio de Indias.

Ambas consideraciones, juntas, ayudan a comprender la guía telefónica, los buzones, las marcas más significativas -lo 'exótico' siempre se significa a ojos de lo autóctono- de Cádiz. Portuaria, atlántica, casi en el epicentro de la encrucijada de culturas y continentes, en una capital de provincia con apenas, hoy, 122.000 moradores sobresalen una serie de apellidos que, aunque presentes desde hace siglos, no dejan de ser llamativos por abundantes.

Los nombres italianos son los más frecuentes de la lista. ¿Quién no conoce a un Parodi, Pettenghi, Cirici, Fopiani, Morenatti, Súnico, Grosso, Patrón, Picardo, Merello, Riva, Solari, Dagninio (Dañino), Liberti, Ravina, Regano (Recaño) o Scapachini, por citar algunos de los más 'populares'?

Son mayoría porque la italiana, genovesa en su mayor parte, fue la colonia extranjera más numerosa a lo largo del Dieciocho, como resalta el profesor Manuel Bustos Rodríguez en Cádiz en el sistema atlántico (Sílex Universidad). Una presencia destacada que choca con el declive de la importancia económica de los territorios que formarían después la Italia unificada.

«Razones políticas, religiosas (catolicismo) y de negocio» -explica Bustos en su libro- están detrás de la masiva llegada de italianos. Aunque la de comerciante fue la profesión más recurrente entre los inmigrantes italianos que se establecieron en Cádiz, hay también un importante número de vinculados a otras profesiones, sobre todo a la hostelería y los servicios en general.

La tarta extranjera durante el siglo XVIII en Cádiz casi se completa con la colonia francesa. De hecho, italianos y franceses representaban el 85% de la población foránea en la ciudad en 1773.

Al igual que sus vecinos italianos, Francia ya había 'enviado' a Cádiz a muchos ciudadanos desde la segunda mitad del XVII, a consecuencia del apoyo al candidato borbónico durante la Guerra de Sucesión del trono español, primero, y después por la alianza de las ramificaciones de la familia contra los británicos. Un 'idilio' que se mantendría hasta principios de los 90, cuando los franceses empezaron a perder peso en Cádiz con motivo de su Revolución, las guerras y la crisis económica.

Fruto de esta convivencia lo encontramos en apellidos como Sicre, Beigbeder, Moret, Chanivet, Casaubon, Gilly o Jolif (Joly), y otros menos conocidos como Leveque, Béhic o Porée.

Si se habla de aprovechamiento comercial, no se puede pasar por alto a flamencos y holandeses. Los primeros ya se hacían notar en la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII constituían la tercera nacionalidad en número. Los holandeses, comerciantes en su mayoría, nunca llegaron a formar una colonia numérica importante. Eso sí, su fuerza residía en la calidad de sus servicios en el ámbito financiero-mercantil y en su buena situación en las redes comerciales.

La vecindad, como en el caso de Portugal -aunque no ha dejado tanta huella en los buzones -entre otras cosas porque los apellidos fueron traducidos al español o son comunes a ambas lenguas-, y las huidas religiosas como en el caso de Irlanda -perseguidos por los ingleses a partir del XVII-, también movieron a sus habitantes a viajar e instalarse en Cádiz. Los irlandeses desempeñaron durante su estancia un papel en el ámbito mercantil. Aún se puede rastrear a algún O'Reilly, O'Donaghue y O'Ferrall.

De tres alemanes que se registraban en 1713 en Cádiz, pasaron a ser 83 en 1773 y 136 en 1801. Aunque no hay motivos claros sobre este incremento, llegó a ocupar la tercera posición entre las comunidades extranjeras presentes en Cádiz, esta razón podría estar en la importancia adquirida por las manufacturas textiles de Silesia. Scharfhausen, Zilbermann o Müller, pero sobre todo Höhr, el primero en Cádiz era relojero, son los apellidos más sonados de aquella convivencia.

El resto de extranjeros residentes en Cádiz durante el Dieciocho se lo reparten otras colonias. Se trata de un grupo muy dispar, con orígenes como Turquía, Armenia o el Congo.

En cuanto a los suizos, que comienzan el siglo con una presencia meramente testimonial, experimentan un crecimiento importante que los llevaría al número de 23 en el padrón de 1773. ¿A qué se dedicaban los suizos en Cádiz además de al comercio? Pues a la restauración, sobre todo lo que tiene que ver con moledores de chocolate, confiteros y pasteleros, además de la relojería. Todo un tópico.

El sello del vino

Ampliamos la búsqueda de la huella de estirpes de nombre extranjeras y la centralizamos en una actividad comercial tan ligada a esta provincia como el vino. No hay bodega del Marco de Jerez que no recuerde a ese pasado de 'invasión' inglesa, escocesa, irlandesa y francesa para buscar abastecimiento o para crear su propio negocio.

Fitzgerald, O'Neale, Gordon, Garvey o Mackenzie se establecieron en la zona durante los siglos XVII y XVIII. Más adelante vendrían los Wisdon, Warter, Williams&Humbert o Sandeman. Un apellido tan jerezano como Domecq no es sino fruto de la llegada de Pedro Domecq Lembeye, hijo de Juan de Domecq y Catalina Lembeye a la ciudad en en el siglo XIX. Nieto de María Haurie, la hermana del fundador de la firma 'Juan Haurie y Sobrinos' junto al irlandés Patricio Murphy, convirtió su proyecto en éxito.

Compartir

  • Compartir

Comentarios:

lavozdigital.es

EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.