Durante esta mañana personal de la Policía Portuaria, coordinado por la División de Control, Vigilancia y Protección de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y efectivos de diversas unidades de la Guardia Civil, coordinados por la Compañía Fiscal de Cádiz, participaron en un ejercicio de detección de explosivos, ayudados por dos perros, ante una supuesta amenaza terrorista.
En las imágenes se observa que un perro localiza material explosivo en el interior de un vehículo estacionado en el Puerto y cómo otro descubre una segunda carga explosiva escondida en la pierna de uno de los policías participantes. El Puerto de Cádiz mentiene, hasta ahora, el nivel más bajo de protección, el uno, por orden del Ministerio del Interior. En el caso de que se entendiera cualquier amenaza terrorista, el Gobierno elevaría dicha protección al nivel dos, donde se establecerían estas prácticas del simulacro como rutinas en la seguridad portuaria.
El ejercicio se desarrolló tanto en espacios de la propia Autoridad Portuaria de Cádiz como en zonas concesionadas, tales como Zona Franca o parte de La Cabezuela-Puerto Real. También se implicó en el ejercicio a los astilleros de Navantia en Cádiz y Puerto Real, la Terminal de Contenedores (Concasa), la Terminal de Cruceros, la Terminal de Carga Rodada de Canarias, la planta de Dragados Off-Shore y los depósitos de graneles líquidos de Interpec Iberica y Puma Energía España en Cabezuela.
Se integraron en este ejercicio todos los buques que se encontraban atracados o fondeados en los muelles gaditanos y que, en cumplimiento de lo que establece el código de seguridad internacional, han de disponer de un plan de protección específico y deben adoptar el mismo nivel de protección que el puerto en el que se encuentran.