La plantilla de extrabajadores de Delphi se han concentrado esta mañana ante los antiguos terrenos de la multinacional en Puerto Real para exigir una solución definitiva siete años después del cierre de la factoría.
Esta nueva movilización del colectivo tiene como objetivo evitar el derribo de la vieja factoría tal y como han solicitado los administradores concursales ante el juzgado de lo Mercantil de Cádiz. La decisión judicial no es fácil. Varios de los acreedores, entre ellos el propio Ayuntamiento de Puerto Real, han presentado alegaciones a esta medida que persigue, básicamente, reducir los gastos de mantenimiento.
El colectivo de extrabajadores ya hizo una protesta similar a la de hoy el pasado abril, en la que se mostraron en contra de la subasta y demolición de este complejo industrial. Los administradores concursales que representan la los acreedores que dejó Delphi después de cerrar la planta en febrero de 2007 tratan a la desesperada de pasar página y obtener, en cierto modo, parte del dinero que se adeuda. El cierre de Delphi dejó una deuda de algo más de 10 millones de euros a una veintena de acreedores entre pequeñas y medianas empresas y, especialmente, a las propias administraciones públicas. Los gestores de la antigua planta de automoción dejaron sin pagar cuotas a la Seguridad Social, impuestos a la Agencia Tributaria y recibos de IBI al Ayuntamiento.