Los parados de la antigua Delphi no bajan la guardia y siguen con sus protestas. En esta ocasión vuelven a la planta de Puerto Real para llevar a cabo un encierro simbólico. No es el primero y tampoco será el último. Esta nueva movilización del colectivo tiene como objetivo evitar el derribo de la vieja factoría tal y como han solicitado los administradores concursales ante el juzgado de lo Mercantil de Cádiz. La decisión judicial no es fácil. Varios de los acreedores, entre ellos el propio Ayuntamiento de Puerto Real, han presentado alegaciones a esta medida que persigue, basicamente, reducir los gastos de mantenimiento.
La plantilla se concentrará hoy a las 10 horas y permanecerá en las puertas de la fábrica hasta pasadas las 13 horas. El colectivo de extrabajadores ya hizo una protesta similar a ésta el pasado abril, en la que se mostraron en contra de la subasta y demolición de este complejo indutrial. Los administradores concursales que representan la los acreedores que dejó Delphi después de cerrar la planta en febrero de 2007 tratan a la desesperada de pasar página y obtener, en cierto modo, parte del dinero que se adeuda. El cierre de Delphi dejó una deuda de algo más de 10 millones de euros a una veintena de acreedores entre pequeñas y medianas empresas y, especialmente, a las propias administraciones públicas. Los gestores de la antigua planta de automoción dejaron sin pagar cuotas a la Seguridad Social, impuestos a la Agencia Tributaria y recibos de IBI al Ayuntamiento.
La administración concursal es partidaria de demoler una parte del complejo para subastarlo al mejor postor. No hay que olvidar que una de las tres naves del complejo tiene ahora actividad gracias a Redelsur. Se trata de la empresa de reciclaje de residuos industriales, impulsada por el empresario Antonio Moreno.
Pero detrás de la ocupación simbólica de mañana existe una seria reivindicación de fondo que lleva latente varios años. Los exdelphi quieren llamar la atención de la Junta y del Gobierno central para que ambos se pongan de acuerdo y sean las administraciones públicas quienes, finalmente, compren este suelo para favorecer con ello la llegada de la inversión. La demanda de los parados se antoja muy difícil en estos momentos, ya que el Gobierno regional rompió el pasado abril las relaciones con el colectivo y sugiere que sea el Gobierno de la Nación quien, a través del Consorcio de Las Aletas, el que se haga cargo de la vieja factoría. El consorcio ya ha mostrado en varias ocasiones su rechazo a esta propuesta, además, se acaba de producir en la Bahía un importante movimiento de compra de suelo industrial, protagonizado en este caso por la Zona Franca de Cádiz,que esta semana culmina en Londres la adquisición de la antigua factoría de Altadis por unos 38 millones de euros. El suelo de la extinta tabacalera se destinará a uso idnustrial y ya hay cuatro empresas, dos extranjeras y dos nacionales, interesadas en asentarse en estas instalaciones, junto al puente Carranza.
Los exdelphis no están dispuestos a que la llama de sus reivindicaciones se apague después de siete años de conflicto laboral. Más de un centenar de ellos se desplazó el pasado miércoles hasta la sede regional del PSOE, en la calle San Vicente, en Sevilla, para exigir a la dirección del partido una solución al conflicto. Esta solución pasa inexorablemente por el cumplimiento de la Junta del acuerdo firmado en julio de 2007. El documento recoge la formación remunerada de la plantilla y el compromiso de recolocación. En septiembre de 2012, la Junta, en manos del ex presidente José Antonio Griñán, dio por cerrado y zanajado el acuerdo. Desde entonces no han cesado los reproches y las protestas de los parados de Delphi contra el Gobierno regional. Aún quedan por recolocar más de 500.
El colectivo ha mosrado su indignación ante las declaraciones realizadas por el consejero de Empleo, José Sánchez Maldonado, quien insiste en que la Junta «ha cumplido» con Delphi. El colectivo le recomienda que sea lea el protocolo de 2007.