La reunión que han tenido vecinos de Loreto, afectados por un corte en el suministro de agua desde hace una semana, y representantes de la Junta de Andalucía en Cádiz ha terminado con el anuncio de la recuperación, parcial, del suministro de agua en el barrio.
El encuentro ha tenido por escenario el colegio Fermín Salvochea y ha estado protagonizado por el delegado de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, la delegada de Salud, Miriam Alconchel, así como el director del Servicio Andaluz de Salud en Cádiz y el candidato socialista a la Alcaldía de la capital, Fran González.
Como principal resultado de la visita, con la que la Junta de Andalucía ha tratado de tomar la iniciativa política en la crisis y reservarse el papel de portador de la solución, casi dos millares de vecinos recuperarán el abastecimiento de agua esta misma noche. Son los del denominado sector 3 que agrupa la plaza de la Fuente y calles circundantes.
Mañana, martes, lo recuperará el sector 4 (el que menos habitantes tiene por estar cubierto de locales industriales y comerciales) y el próximo miércoles le tocará el turno al sector número 1.
El último sector es el denominado número 2 que incluye la plaza central de Loreto y las calles limítrofes. Es el más poblado de todos, con más de 5.000 vecinos. Ese sector, según los dirigentes autonómicos que han protagonizado la asamblea, no recuperarán el agua hasta nuevo aviso. Los técnicos consideran que en ese área está el foco de la contaminación bacteriana y no abrirán las conducciones hasta tenerlo localizado y haberlo erradicado. Es decir, los del sector 2 no tienen fecha para recuperar el abastecimiento. Eso supone que la mitad de los vecinos de Loreto afectados por la interrupción del servicio pueden permanecer más allá de diez días sin agua. La jornada de hoy, lunes, es la séptima consecutiva, la que marca la primera semana completa.
El director de Salud de la Junta de Andalucía ha confirmado igualmente que el pasado día 13 de octubre, cuando se decretó el corte, los análisis dieron unos niveles muy altos de bacteria e-coli en el agua corriente, lo que significa inequivocamente que el agua potable estaba mezclada con aguas fecales.
Esta confirmación oficial, por parte de un alto responsable técnico y en presencia de cientos de vecinos, ha disparado la indignación de los afectados, que consideran haber estado expuestos a graves riesgos para su salud.
