Passos Coelho no acepta de momento la renuncia del ministro de Exteriores
La renuncia de Paulo Portas se produce 24 horas después de la dimisión de Vitor Gaspar como ministro de Finanzas y artífice de las políticas de austeridad aplicadas
LISBOAActualizado:El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, ha asegurado que no aceptará la dimisión del titular de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, y ha apostillado que no abandonará sus funciones al frente del Gobierno. Pasos Coelho se ha dirigido al país tras el anuncio de Portas y después de que el lunes el ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, presentase su renuncia al cargo. Según el diario portugués 'Publico', la dimisión de Portas podría deberse al nombramiento de Maria Luís Albuquerque como nueva ministra de Finanzas.
Para Portas, que es también el líder del Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), el nombramiento de Albuquerque, que hasta ayer era la secretaria de Estado del Tesoro, desde el punto de vista político, supone el control de la cartera de Finanzas por parte de Passos Coelho, lo que plantea un desequilibrio de poder dentro de la coalición gubernamental. El líder del CDS-PP, que según el periódico ha presentado su dimisión media hora antes de que Albuquerque jurará su nuevo cargo, ha confirmado su dimisión en un comunicado y ha señalado que creía que la dimisión de Gaspar permitiría "abrir un ciclo político y económico diferente".
El primer ministro ha manifestado en su discurso su "sorpresa" por la dimisión de Portas y ha asegurado que cuando anunció el nombramiento de Albuquerque no pensó que se producirían "los eventos realmente inimaginables" de este martes. Passos Coelho ha indicado que ante "la amenaza de inestabilidad política" y considerando que "dos años de sacrificio" no pueden ser echados por tierra", ha indicado que "sería precipitado aceptar o presentar cualquier dimisión". "No dimito, no abandono a mi país", ha asegurado.
Dimisión
El ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Portas, líder de los democristianos que garantizan la mayoría absoluta del Gobierno luso, presentó una petición de dimisión al jefe del Ejecutivo 24 horas después de la dimisión de Vitor Gaspar como ministro de Finanzas y artífice de las políticas de austeridad aplicadas. Gaspar fue el artífice de las políticas de austeridad aplicadas desde junio de 2012 bajo el rescate financiero luso, a las que en los últimos meses puso diversas objeciones la formación de Portas, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP). El anuncio del titular de Exteriores causó sorpresa en Portugal y se conoció poco antes de la toma de posesión de Albuquerque como ministra de Finanzas.
Con la nueva renuncia se abre la tercera crisis ministerial en el Gobierno conservador de Portugal, que vio dimitir el pasado 4 de abril, al ministro Adjunto y de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, en medio de un escándalo por irregularidades en la obtención de su título universitario. El jefe del Partido socialista, principal partido de la oposición, Antonio José Seguro, pidió una entrevista "urgente" con el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, para solicitar, según los medios portugueses, la convocatoria de elecciones anticipadas. Esta reunión se llevará a cabo el miércoles por la tarde, según la presidencia.
El actual gobierno de centro-derecha, dirigido por el primer ministro Pedro Passos Coelho, llegó al poder en junio de 2011 tras legislativas anticipadas convocadas por Cavaco Silva. Estas se celebraron después de que los socialistas entonces en el poder reconocieran el fracaso de su política económica y pidieran al FMI y a la Unión Europea (UE) un plan de rescate, en tres años y 78.000 millones de euros. A cambio, Portugal negoció con sus acreedores un severo plan de ajuste que precisamente Gaspar, emblemático ministro de Finanzas del gobierno de Passos Coelho, tenía que implementar.
Carta de dimisión
En su carta de dimisión, Gaspar, número dos del gobierno, admitió que su incapacidad para alcanzar sus objetivos presupuestarios había "minado" su "credibilidad". Justificó su decisión por una "erosión significativa del apoyo de la opinión pública" a su acción. La inédita cura de rigor que Gaspar hizo aplicar provocó una recesión económica y una tasa de desempleo mucho mayor de lo esperado, sin lograr a cambio los objetivos fijados. El déficit portugués se elevaba en marzo a 10,6% del PIB, cuando la meta exigida es de 5,5% a fin de este año.
Pese a las dificultades para aplicar la severa cura de austeridad, ne se prevén sin embargo cambios en la política económica de Portugal, según los observadores. "Vitor Gaspar se va, la austeridad se queda", resumía el martes el diario económico Jornal de Negocios, un día después de la salida del ministro. Pero el gobierno de Passos Coelho parece aislado a nivel interno, como lo demuestra la cuarta huelga general en dos años convocada la semana pasada por los sindicatos, o el llamado de la patronal a reconocer el fracaso de una estrategia cuyo único objetivo es restablecer la credibilidad de Portugal ante sus acreedores y ante los mercados.
Por su parte, la Comisión Europea llamó de inmediato a Lisboa "a mantener el ritmo de las reformas" al considerar que "ya se ha hecho mucho para consolidar las finanzas públicas". Gaspar será reemplazado desde este martes por su secretaria de Estado del Tesoro, Maria Luisa Albuquerque, lo que "no cambiará las reglas del juego", según comentó David Schnautz, analista de Commerzbank.
Momento delicado
La dimisión de Gaspar se produce en un delicado momento para Portugal, que se ha comprometido a llevar a cabo una importante reforma de Estado antes de que llegue el 15 de julio una nueva misión de evaluación enviada por la troika de acreedores (UE, FMI y Banco Central Europeo).
En fin, en el contexto europeo, "la dimisión del ministro de Finanzas portugués corre el riesgo de reactivar los temores sobre la capacidad de los países periféricos europeos para salir de la crisis", consideraron en París los analistas de Crédit Mutuel CIC. "Esta duda viene a añadirse a las que genera Irlanda, tras revisarse a la baja su PIB la semana pasada, España, cuyo nivel de desempleo es insostenible, o Italia, donde el gobierno tarda en fijar una estrategia para reducir su déficit por debajo del 3% del PIB", advierten en una nota de análisis.