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La Policía atiende a los heridos tras la explosión ./ @Jim Sheridan (Twitter)
TRAGEDIA EN el maratón de Boston

Obama promete respuesta para «el acto de terror» de Boston

Los artefactos, de pequeño tamaño y elaborados con explosivos rudimentarios, fueron colocados en papeleras

REDACCIÓN
MADRIDActualizado:

A medida que avanzan las horas, se van conociendo más detalles sobre la investigación policial. Hace unas horas se ha concido que la Policía registró anoche un apartamento de Boston del que se llevó posibles pruebas como parte de la investigación sobre las explosiones que ayer acabaron con la vida de tres personas e hirieron a otras 176, durante el maratón de la ciudad. Sin embargo, hasta el momento no ha trascendido ninguna detención. "La investigación no ha hecho nada más que comenzar", ha aclarado el agente especial Richard DesLauriers, al cargo de la zona de Boston en una comparecencia de prensa esta tarde. "Hay múltiples sospechosos y nuestra obligación es revisar todo correctamente", ha explicado el funcionario público que ha hecho un llamamiento "a que los vecinos" informen de cualquier cosa, dato o comentario sospechoso que hayan oído en los últimos días.

Aunque las autoridades acaban de pedir que se espere a los resultados del laboratorio, se han conocido muchas pistas sobre la composición de los artefactos que sembraron el pánico durante la carrera. Dos bombas artesanales, de pequeño tamaño, cargadas de rodamientos, pólvora y metralla convirtieron la meta del Maratón de Boston en una zona de guerra. Una de ellas estaba colocada en el interior de una olla express, llena de clavos y rodamientos, elaborada con el objetivo de provocar daños masivos y lesiones irreversibles en las víctimas.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha mostrado su repulsa por este "acto de terror" del que todavía de desconoce quién lo perpetró ni los motivos que le llevaron a ello. "Seguimos movilizando y desplegando todos los recursos policiales apropiados para la protección de nuestros ciudadanos y en la investigación y respuesta a este ataque", ha asegurado el presidente, quien ha ordenado que la bandera ondeara a media asta en la Casa Blanca.

"Éste fue un acto despreciable y cobarde" continuó Obama. "Cada vez que se usan bombas para atacar a civiles inocentes, es un acto de terror". "Lo que no sabemos todavía es quién llevó a cabo este ataque o por qué, no sabemos si fue planificado y ejecutado por una organización terrorista, extranjera o doméstica, o si fue el acto de un individuo", dijo Obama. "Pero vamos a averiguarlo. Encontraremos a quien atacó a nuestros ciudadanos y los juzgaremos", agregó.

El presidente dijo que "el pueblo estadounidense no se deja aterrorizar y lo que el mundo vio ayer, tras las explosiones, fueron las historias de heroísmo, de generosidad... los maratonistas agotados que siguieron corriendo a los hospitales para ofrecer sangre a los heridos, los que corrieron para atender a los heridos". "En los próximos días haremos todos los esfuerzos para aclarar lo ocurrido, y seguiremos vigilantes", continuó el presidente. "Éste es un buen momento para que todos recordemos que todos tenemos una responsabilidad e alertar a las autoridades".

Investigación a "nivel mundial"

Por este motivo el FBI ha anunciado que convertirá en internacional la pesquisa sobre las explosiones, y aseguró que no se recibieron amenazas previas al ataque. "Esto va a ser una investigación a nivel mundial", dijo en conferencia de prensa el agente especial encargado de la oficina del FBI en Boston, Richard DesLauriers.

Tal es el casos que se vive en la ciudad que la Policía ha registrado un avión en el aeropuerto de Boston-Logan tras una alerta de seguridad para buscar un paquete sospechoso. Imágenes de la estación local de la CBS mostraron un avión de la aerolínea US Airways que era registrado en el aeropuerto por los agentes. Un portavoz de la policía del estado de Massachusetts dijo al canal que las autoridades buscaban una maleta que no había pasado los filtros de seguridad en un avión procedente de Filadelfia. Las imágenes mostraron la aeronave en mitad de una pista con una rampa y varios equipajes colocados en el asfalto.

Por el momento, la Policía asegura que el incidente no está relacionado con las explosiones del lunes, que mantienen a la ciudad en estado de alerta máxima. Este nuevo incidente añadió confusión al ambiente reinante en Boston, donde una gran área del centro de la ciudad sigue siendo considerada "escena del crimen", mientras que agentes de la Guardia Nacional, federales y expertos locales y estatales vigilan cada esquina sensible.

Al menos tres personas murieron, entre ellas un niño de 8 años, y 176 resultaron heridas como consecuencia de las explosiones, de las cuales 17 se encuentran en estado crítico. "Estamos viendo muchas heridas por metralla", ha dicho el cirujano de traumatología del Hospital General de Massachusetts Peter Fagenholz.

Sin detenidos

Nadie ha sido arrestado por el ataque. De momento solo ha sido interrogada una sola persona, un estudiante universitario saudí que fue retenido por un peatón que le había visto correr cerca del lugar de los hechos. Fuentes de la investigación han precisado que el estudiante está cooperando con la Policía y que ha asegurado no tener relación con los hechos y que solo corría porque tenía miedo. Las autoridades no lo consideran sospechoso y no ha sido detenido ni encausado.

Un alto cargo de la Casa Blanca ha confirmado que el caso sería tratado como un acto de terrorismo, pero aún no se ha determinado si el ataque proviene de una fuente extranjera o nacional. El presidente Barack Obama prometió anoche capturar a los responsables. "Se trata de una investigación criminal que es una investigación terrorista potencial", dijo Richard DesLauriers, agente especial del FBI a cargo en Boston.

Muchos corredores se dirigían hacia la meta cuando una bola de fuego y humo se elevó desde atrás de los espectadores que los animaban y la fila de banderas que representaban a los países de los participantes, según muestra un vídeo. Es el peor atentado en Estados Unidos desde que un ataque terrorista en el corazón de Nueva York acabó con miles de vidas y marcó el devenir del país durante todo una década.